Finalmente, los vecinos de la zona de Los Alamitos, en el secano sancarlino, ya no se quedarán más aislados cuando haya crecidas en el arroyo Yaucha. Después de casi cuatro años de reclamos -desde que una correntada se llevó el cilindro que le servía de conexión con la vieja ruta 40- una veintena de familias contarán ahora con un puente que les permitirá ingresar y salir de su barrio en sus vehículos y sin riesgos.
Tras haber presentado distintas notas y gestionado reclamos particularmente y a través de la Unión Vecinal, y cuando algunos vecinos ya empezaban a invertir en puentes provisorios para no seguir rompiendo sus camionetas al pasar por el caudaloso río, la Provincia se hizo cargo de la obra y la incluyó dentro del presupuesto destinado al plan de Emergencia Aluvional, que en una proporción será destinado a remediar situaciones críticas que hoy afectan a San Carlos.
"Estamos muy contentos. Hace unos diez días comenzaron a levantar las bases. Nos parece mentira", confía con su habitual frescura doña Iris María Granda. La mujer conoce bien la rudeza de la vida en el desierto sancarlino. Llegó allí de niña y trabajó toda su vida como enfermera, recorriendo a caballo y de a pie esas tierras para llevar programas sanitarios a los puesteros.
La obra costará unos 770 mil pesos y "estará lista en dos meses como máximo", anunció el director de Hidráulica de la Provincia, Marcelo Toledo. Fue licitada hace unas semanas y está a cargo de la empresa Brizuela Villafañe, cuyas máquinas desde hace diez días trabajan en el lugar.
El proyecto incluirá sólo la construcción de los dos estribos que servirán de bases, pues sobre los mismos se calzará una estructura metálica, que hará las veces de calzada. La unión vecinal de Los Alamitos había comprado tiempo atrás esta planchuela con el aporte de los vecinos y algunos subsidios que la comuna destinó para ayudar en la solución a este problema vecinal.
Walter Gali, titular de Obras Públicas del municipio, fue auspicioso y sostuvo que en 20 días la obra podrá estar terminada.
"Se respetó el sector donde estaba planeado el callejón comunero", expuso el funcionario.
Las dificultades y los riesgos que sufrían estas familias diariamente por la falta de un puente en la zona fueron reflejadas en este medio, en la edición del 5 de marzo. Allí, algunos vecinos expresaron su desasosiego por "haber agotado todas las instancias" y haber tenido que terminar invirtiendo sus ahorros para la construcción precaria de un paso.
Desde que una crecida les llevó el puente, debían cruzar por el agua con sus vehículos, con el deterioro y el riesgo de ser arrastrados que esta situación cotidiana implicaba. Pero el mayor problema se daba cuando el Yaucha crecía, porque quedaban totalmente aislados y a merced de que si surgía alguna emergencia de cualquier tipo fuera imposible el atenderla.
Eso sucedió hace siete años, cuando una mujer del lugar, que tenía una enfermedad crónica, presentó una crisis y debió ser rescatada por un helicóptero de la Policía. Entonces, se gestionó rápidamente la construcción de una pasarela para peatones, la única vinculación segura que tenían hasta la actualidad.
Desde la Unión Vecinal, Noelia Riollo se mostró agradecida por las gestiones que está realizando la Provincia. Además, comentó que ahora lucharán por lograr un camino que conecte Los Alamitos con la ruta 40, que está siendo asfaltada desde Pareditas hasta el Sosneado. Esta vía no sólo mejorará el acceso para los lugareños, sino también motorizará proyectos turísticos.