El sector de la construcción, uno de los encargados de traccionar la economía mendocina en 2018, sufrió una caída del 4,4% durante el primer trimestre de este año. La baja fue impulsada por el menor movimiento de la parte privada, pero también empezaron a verse algunos indicadores negativos en la obra pública, algo que no ocurría desde fines de 2017.
Los resultados fueron publicados por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), organismo que informa cuántas toneladas de ese material consume cada provincia. Cuando las ventas de cemento crecen, se interpreta que la actividad de la construcción mejora y cuando caen, se deduce lo contrario. De hecho, hay estudios oficiales del gobierno que utilizan ese dato como referencia para medir la actividad de la construcción.
Los últimos datos publicados por la AFCP indican que en los primeros tres meses del año se despacharon 136.587 toneladas de cemento en Mendoza, mientras que en igual período del año pasado se consumieron 142.882 toneladas. La diferencia de un año a otro es de 6.295 toneladas, lo que se traduce en la retracción del 4,4% mencionada anteriormente.
Si se analizan los números mes a mes, se observa una caída del 3,14% en enero, un repunte del 3,52% en febrero y una baja del 12,54% en marzo. Es decir que el peor desempeño de la construcción mendocina, en lo que va del año, fue en el tercer mes.
Menor actividad privada
La mayor parte del cemento que se consume en la provincia es demandado por el sector privado y es el que se contabiliza como "cemento en bolsa". Según la AFCP, entre enero y marzo de 2019 se despacharon 79.137 toneladas de ese producto en la provincia, lo que deja una caída del 12,58% en relación a los tres primeros meses del 2018, cuando se comercializaron 90.523 toneladas.
En el seguimiento mes a mes no se encuentra ningún atenuante de la retracción. Las estadísticas demuestran números negativos en enero (-10,15%), febrero (-9,23%) y marzo (-18,08%).
Cayó la obra pública
Según el Ministerio de Hacienda de Mendoza, la provincia incrementó el gasto en obra pública en el primer trimestre del año. Los resultados publicados por la AFCP confirman la tendencia positiva, pero a su vez, ponen en duda la continuidad del crecimiento para los próximos meses.
Puntualmente, los datos de despacho de cemento a granel (reflejan lo ocurrido con las obras financiadas por el Estado), indican que en los primeros tres meses de 2018 el Gobierno demandó 52.359 toneladas de ese material, mientras que en el período enero-marzo de esta temporada consumió 57.450 toneladas.
Como se puede observar, la comparación interanual del primer trimestre arroja un crecimiento del 9,72%. No obstante, cuando se hace un seguimiento de lo ocurrido mes a mes, se encuentra un valor negativo que va en contra de la tendencia. Es que enero los despachos de cemento a granel crecieron 9,91% y en febrero aumentaron 25,6%, pero en marzo sufrieron una baja del 3,62%.
Si bien se trata de una retracción menor, que no alcanza a contrarrestar la mejora de los dos primeros meses del año, es una caída que le pone punto final a una larga tendencia de crecimiento. De acuerdo a la AFCP, Mendoza acumulaba 15 meses consecutivos con valores positivos en los despachos de cemento a granel (desde diciembre de 2017 hasta febrero de 2019). Ahora, con la caída del último mes, surge la incertidumbre de si podrá sostenerse o no el escenario creciente.
Preocupación empresaria
Los referentes del sector de la construcción se mostraron preocupados por los números publicados por la AFCP y advirtieron que las perspectivas no son las mejores para los próximos meses, pese a la vigencia de los créditos hipotecarios y al impulso lógico del año electoral sobre la obra pública.
En lo que respecta a la parte privada el problema es claro, los préstamos hipotectarios que supieron impulsar la actividad durante 2017 y una parte de 2018, hoy prácticamente no tienen demanda. Así lo explicó Mario Yaser, Vicepresidente de la Cámara de Empresas Constructoras Independientes de Mendoza (Cecim). "Los créditos hoy son inexistentes. Ocasionalmente aparece algún proyecto grande que puede mover la aguja a favor de alguna empresa, pero en líneas generales el rubro está parado", comentó.
Se mostró de acuerdo Atilio Calzetta, vicepresidente de la Confederación de Pymes Constructoras de la República Argentina (CPC). "Hace tiempo que los créditos hipotecarios dejaron de traccionar la obra privada. Con las tasas de interés actuales es imposible acceder a financiamiento accesible", apuntó.
El mismo análisis realizó Marcelo Bargazzi, presidente de la filial mendocina de la Cámara Argentina de la Construcción. "Hay algo de obra privada chica, muy puntual, que no mueve la aguja de la actividad. Las expectativas de recuperación son muy bajas en el actual escenario económico", opinó.
En lo que a obra pública se refiere, los empresarios coincidieron en que hay un buen nivel de actividad en la actualidad, pero bajas expectativas para lo que resta del año. "Se están terminando muchas obras financiadas por el Estado que ya estaban en ejecución, pero prácticamente no hubo llamados a licitación para nuevas obras durante el primer cuatrimestre", señaló Yaser.
"Es una situación que se repite en todo el país y que está provocada por la baja disponibilidad de recursos públicos. Vemos difícil que se pueda revertir en los próximos meses, aun siendo este un año electoral", opinó Calzetta.
Bargazzi, coincidió respecto a que hay "incertidumbre en el horizonte", pero fue más optimista para el futuro inmediato. "Hay cinco obras grandes que nos permitirán tener un buen nivel de actividad al menos hasta octubre. Se trata del Polo Judicial Penal, la calle Juan Domingo Perón y las ampliaciones del Hospital Central, el Lagomaggiore y el Schestakow. Luego de eso, por ahora no hay nada en carpeta", comentó el empresario.
Actividad pública
El Presupuesto Provincial 2019 contempla $ 11.476 millones para gastos de capital (dentro de ese punto está la obra pública), un valor que supera por 39,6% nominal a los $ 8.215 millones presupuestados el año pasado para ese mismo fin (se ejecutaron $ 10.064 millones). No obstante, si se tiene en cuenta la inflación registrada durante el 2018 (53,7%), se observa que hay una caída real del 9,11% en el monto presupuestado para obra pública. A esto se suma el reclamo de los empresarios acerca de los pocos llamados a licitación por parte del Gobierno de Mendoza.
Daniel Chicahuala, Subsecretario de Infraestructura de la Provincia, reconoció que la preocupación de los empresarios es válida, pero destacó que el Estado mantiene los números en orden y garantiza un buen ritmo de ejecución de obras ya comenzadas. "Cuando presentamos el presupuesto, teníamos recursos asignados para nuevos llamados a licitación de obras grandes, pero el rechazo de la Legislatura al roll-over nos obligó a usar ese dinero para el pago de deudas. Ahora la situación es complicada y es cierto que no hay muchas obras grandes en carpeta", comentó.
De todas formas, el funcionario advirtió que "el Gobierno mantiene un buen ritmo de obra en los proyectos en ejecución" y recordó que "hay algunas iniciativas que permitirán mantener el nivel de ocupación de las empresas constructoras".
A modo de ejemplo, Chicahuala indicó que se llamó a licitación para la construcción de 15 barrios nuevos (450 casas aproximadamente) y cuatro obras viales por $ 400 millones, lo que incluye la doble vía que unirá Rivadavia con la ruta 7 y el tramo de la ruta 82 que va desde calle Ugarte hasta la Bajada de la Cuesta, en Luján de Cuyo.
"Pronto se realizará también el llamado a licitación para la primera etapa de la Presa Chacras de Coria, que requerirá una inversión de $ 700 millones. Además, en el tercer trimestre se hará el llamado para la remodelación del Hospital Paroissien, por $ 180 millones. Sabemos que no estamos en la situación ideal, pero podremos mantenernos y en 2020 habrá nuevas obras", agregó.