Sin ser un catador profesional podés tener en cuenta las indicaciones que te ofrecemos a continuación para poder aprender las características que definen a un buen vino.
Primeramente, hay 3 aspectos que debés tener en cuenta para apreciar un vino de calidad:
- Su apariencia
- Su aroma
- Su sabor y la sensación que deja en la boca
SELECCIONAR UNA BUENA COPA
Es fundamental tener una buena copa para catar. La copa recomendada internacionalmente es la llamada copa Afnor que corresponde a la Norma ISO 3591-1977. Tiene las siguientes características:
- Altura: 155 mm
- Diámetro de la parte más ancha: 65 mm
- Diámetro del borde: 46 mm
- Grosor del pie: 9 mm
- Diámetro de la base: 65 mm
Sin embargo, empieza a ser sustituida por la llamada copa oenologue, una copa de tipo balón de boca más ancha que permite introducir a la vez la boca y la nariz. Aunque esté hecha de cristal más fino tiene más peso, lo que aliado con un pie más largo facilita los movimientos necesarios para olfatear el vino.
CARACTERÍSTICAS DE LOS BUENOS VINOS
- La apariencia de un buen vino
Lo primero que verás será el color del vino, si es rosado, rojo o blanco, luego dentro de éstos hay diversas tonalidades como, salmón, púrpura o negro. Distinguí si es denso o transparente, claro o turbio, debés visualizar estos aspectos con el vino dentro de una copa en un sitio en donde haya buena luz. Un vino de calidad no debe ser turbio ni contener partículas extrañas.
- El aroma de un buen vino
Se comienza agitando el vino dentro de la copa para evaporar los aromas y airearlo, luego se coloca la nariz dentro de la copa y se inhala para sentir su olor; así podrás percibir si es frutado y huele a, por ejemplo, frutos rojos, melón o pera entre otros; también podés encontrar que huele a especias como pimienta o posee notas terrosas o a madera. Todas las fragancias que puedas distinguir deben ser agradables, no puede haber olor a humedad o a moho.
- El sabor de un buen vino
Este es el último paso, y es aquí en donde debés observar qué sentís cuando el vino acaricia tu paladar, sabrás si es intenso o suave y casi imperceptible; si coincide con los olores antes percibidos, y también sentirás su textura, si te deja la boca suave o áspera. Una vez que has tragado el sorbo de vino entonces podrás dar el visto bueno o malo al producto.
