Consejos para sobrevivir a las Fiestas

Algunas medidas preventivas para tener en cuenta con respecto a la salud, la alimentación y las altas temperaturas.

Consejos para sobrevivir a las Fiestas
Consejos para sobrevivir a las Fiestas

Despedidas de fin de año, Navidad, Año Nuevo, festejos y más festejos son una constante en el mes de diciembre. Desde el Ministerio de Salud dieron algunos consejos prácticos para sortear las altas temperaturas, los accidentes y los malestares por comer pesado.

En cuanto a la pirotecnia, la máxima principal es no usarla para evitar riesgos. El uso de fuegos artificiales conlleva importantes riesgos para la salud de las personas adultas y puede resultar trágico en niños, quemaduras en manos, cara, problemas auditivos, lesiones oculares, entre otros. En términos generales, un 75% de las lesiones son causadas por mala manipulación de los productos pirotécnicos.

De todas formas, para aquellas personas adultas que hacen uso de los artefactos explosivos de entretenimiento, se aconseja tener en cuenta las siguientes medidas para su manejo responsable:

- No permita el uso de pirotecnia a los niños.

- No use material clandestino.

- No coloque los elementos de pirotecnia en los bolsillos.

- No los exponga a fuentes de calor o el sol.

- Encienda un elemento por vez. Luego de encendido el artefacto retírese a una distancia prudencial.

- Aquellos fuegos de artificio proyectables (cañitas, cohetes, etc.) no deben ser dirigidos o apuntados hacia otra persona, construcciones, elementos combustibles y/o árboles frondosos.

- No los use dentro de la vivienda.

- Deben mantenerse en el piso, nunca en las manos ni dentro de botellas o latas.

- Cuando un producto no explote no debe tocarse, aunque la mecha parezca apagada.

¿Qué hacer en caso de accidentes?

- Si toma fuego la ropa, se lo debe sofocar envolviendo al damnificado con una manta o haciéndolo rodar por el suelo.

- Lavar la zona lesionada con agua fría o helada, disminuye el edema y calma el dolor.

- Nunca colocar cremas, pomadas, ungüentos caseros o medicinales.

- Cubrir la zona afectada con paños limpios, toallas o sábanas.

Con respecto al consumo de alcohol, las consejos son principalmente para los jóvenes.

- Comer siempre algo antes de empezar a beber alcohol.

- El alcohol deshidrata, por eso es importante tomar agua al mismo tiempo. Si la última vuelta es de agua o jugo, mejor. Ayuda a tener menos resaca.

- Si tiene problemas de salud –diabetes, hepatitis, asma, está medicado o sufre del corazón– trate de no tomar alcohol.

- Si esta embarazada o al cuidado de niños, no tomes alcohol.

A tono con las campañas publicitaria, también desde la cartera de Salud dan recomendaciones si un amigo tomó de más:

- No le permita manejar.

- Llévalo a un lugar tranquilo y ventilado.

- Si se descompuso o se desmayó, pongalo de costado para que no se ahogue si vomita.

- Aflójele la ropa, abríguelo.

- No lo deje solo.

- Dele mucha agua.

- Si está muy mal, llame a emergencias.

Por último, otra costumbre de los festejos de fin de año son las comidas pesadas, como asado, empanadas, comidas calientes y postres, a pesar de las altas temperaturas típicas de la temporada estival. Este tipo de exceso pueden resultar peligrosos tanto para las personas sanas como para quienes padecen ciertos problemas de salud, como diabetes o hipertensión, entre otros.

Para evitar las descompensaciones y los golpes de calor se aconseja:

- Aumentar la ingesta de líquidos, comer comidas livianas e ingerir mayor cantidad de frutas y verduras.

- Evitar las comidas pesadas, las bebidas alcohólicas, las muy dulces y las infusiones calientes.

- No exponerse a los rayos solares; usar ropa suelta, de materiales delgados y de colores claros; y reducir la realización de ejercicios físicos.

- En referencia a los lactantes darle el pecho con más frecuencia; hacer beber a los niños agua fresca y segura; trasladarlos a lugares frescos y ventilados, y ducharlos o mojarles el cuerpo con agua fresca

- Concurrir a la consulta médica ante síntomas como fiebre alta, somnolencia, desvanecimiento o aceleramiento del pulso.

Otros síntomas de alerta son dolor de cabeza, sensación de fatiga y sed intensa, náuseas y vómitos, calambres musculares, convulsiones y sudoración importante que cesa repentinamente y pasa a una piel seca, roja y caliente; somnolencia y respiración alterada. Frente a ellos, es imprescindible concurrir rápidamente al centro de salud u hospital más cercano.

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