Para tener un jardín 10 puntos podemos partir de “reciclar” lo que ya tenemos: quitar los “yuyos”, resembrar césped, curar plantas con “bichos”... El equipamiento hace el resto. Sillas, sillones, mesas y reposeras son imprescindibles para disfrutar el exterior.
Para empezar, es muy importante saber de dónde viene el sol, el viento y cuáles son los sectores con luz natural y sombra en nuestro espacio verde. Por ejemplo, la orientación norte y noroeste es muy buena para muchas plantas como la Santa Rita, mientras que en los lugares en penumbra funcionan las plantas de hoja grande y color verde oscuro.
En los bordes del parque se pueden colocar árboles altos que formen una especie de pared y en el medio, árboles de copa redonda que permiten jugar con el espacio. Los jardines deben combinar espacios llenos con vacíos: canteros, árboles y plantas deben estar en armonía estética con las zonas vacías. La tendencia actual es el estilo despojado con muchas plantas de una misma especie.
Cómo elegir las plantas
Si la casa sólo se usa los fines de semana, es preferible poner plantas rústicas. En estos casos, los arbustos -de distintas especies y estilos- son una solución recomendable. Pero antes de poner plantas o flores, es bueno saber cuáles son perennes y cuáles no. Hay que prever cómo será el parque durante el invierno, cuando los árboles estarán pelados, y no conviene mezclar las plantas que son tropicales con las de clima frío.
Debemos dejar que nuestras plantas y arbustos tengan espacio entre ellas, ya que de lo contrario, pueden producirse malformaciones en su crecimiento y también es más fácil que se propaguen enfermedades o plagas de una planta a otra.
En cuanto al tipo de césped, lo primero es determinar dónde colocar las zonas verdes y las secas. Lo mejor es combinar ambas cosas: en un sector, el césped; y en otro, grandes o pequeñas superficies de piso, para poner macetas y los muebles de jardín.
El tipo de pasto más habitual y económico es el denominado bermuda o gramilla criolla, un pasto rústico y resistente apto desde para una cancha de fútbol hasta para un campo de golf.
Algunas recomendaciones
-Abonar el jardín es un aspecto básico. Si tiene un elevado número de plantas con flores, requerirá mayor cantidad de abono y mayor frecuencia. También es importante saber que la época propicia para abonar es en los meses de primavera y verano.
-Recordar que las plantas que empiezan a brotar requieren más agua que durante la época de reposo.
-Regar por la mañana para evitar los hongos de la humedad nocturna. Cuando riegues las plantas hacelo siempre sobre la tierra y nunca sobre las hojas o flores, ya que pueden pudrirse y son más propensas a las plagas.
-Este el momento de realizar las últimas podas, antes de la brotación: frutales, rosales, árboles, arbustos de floración tardía (verano) o los ya florecidos.
-Retirar las flores secas de las plantas que florecieron en invierno.
-Es buena época para resembrar las zonas de césped deterioradas o “peladas”.
-Es fundamental controlar las plagas de insectos y bacterias que atacan a las plantas. Hay infinidad de productos en el mercado, como repelentes o bactericidas que pueden ayudarte a conseguirlo.
-Al igual que con la siembra, debemos saber que cada planta o árbol tiene un momento concreto para ser podado. Los arbustos que florecen desde finales de invierno hasta principios de primavera, deben ser podados después de la floración, mientras que las plantas que florecen a finales de primavera o en verano, deben ser podadas durante el invierno.
-En cuanto a las malas hierbas, es fundamental quitarlas; es saludable para el jardín y, además, mejora la imagen y el aspecto del mismo.
-Sugerencia: en lo posible, no olvidar que en cada cambio de estación, el parque necesita un retoque.
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Fuentes: infojardín, mujer country y paisajes eficientes