A simple vista, un concepto como “monitoreo de redes” puede sonar frío, lejano y abstracto. Sin embargo, en la práctica dimensionamos claramente la importancia que adquiere su aplicación en la gestión de un negocio.
Hace poco tiempo, Delta Airlines canceló miles de vuelos en Estados Unidos por un corte de corriente eléctrica que descuadró los sistemas de la compañía. Por su parte, Southern Airlines respondió a una situación similar ante la falla de un router que frenó 2.300 vuelos y generó pérdidas por millones de dólares.
Este tipo de inconvenientes técnicos no son propios, exclusivamente, de las aerolíneas. A medida que nos adentramos en el siglo XXI, las empresas se ven obligadas a monitorear el funcionamiento de sus redes y así evitar problemas que podrían detectarse con antelación y grandes pérdidas en el negocio.
En ese sentido, podríamos enumerar cinco consejos para anticipar estas situaciones:
Prevención y proactividad
En general, las caídas más comunes se vinculan con fallas de servidores o equipos de hardware (switchs o routers), o bien con el tráfico excesivo en la red. Con una medida proactiva, los problemas pueden detectarse en tiempo real, mediante la configuración de parámetros de degradación que se anticipen a la falla final.
Aprender de los errores
Las empresas también pueden incorporar prácticas tendientes a mejorar la prevención. Por ejemplo, promover la adopción de políticas y configuraciones de una infraestructura de red que identifique potenciales problemas.
Simplificar la gestión
Existen herramientas que habilitan al usuario a realizar de una manera óptima el monitoreo de dispositivos de la red de transmisión. Esto permite simplificar la gestión de TI, supervisar el rendimiento y la disponibilidad de redes, aplicaciones, servidores y dispositivos desde un único panel de control, sin incurrir en altos costos de implementación.
Inversión
Las políticas de prevención pueden generar ahorros significativos en términos económicos y de tiempo. La planificación y la inversión son clave para evitar las caídas de los sistemas y garantizar su buen funcionamiento.
Mirada de largo plazo
Dedicar recursos económicos al monitoreo de redes puede ser visto como un gasto innecesario. Los costos de mantenimiento suelen ser invisibles, aunque entendemos cuán necesarios son si se producen fallas por falta de la previsión adecuada. La inversión con mirada a mediano y largo plazos es la mejor alternativa para evitar grandes pérdidas.