Consejos para conseguir un jardín sostenible

Te acercamos algunos consejos y trucos para conseguir que tu espacio verde se mantenga divino, optimizando tu esfuerzo y presupuesto.

Consejos para conseguir un jardín sostenible

Si tenés la suerte de contar con terreno en tu casa, seguramente ya te habrás planteado tener un jardín. Un rincón verde al que escaparte cuando termina la jornada laboral. Un lugar lleno de verde  que te refrescará en los días más calurosos del año. No obstante, conviene saber que estos jardines pueden ser costosos y trabajosos en su mantenimiento, por este motivo, es una idea adecuada realizar un estudio de tu espacio libre e intentar crear un jardín sostenible y fácil de mantener.

CAMBIÁ EL CÉSPED POR SUPERFICIES PAVIMENTADAS

No se trata de renunciar completamente a las plantas, pero lo cierto es que el césped es realmente costoso de mantener. Pide muchísima agua, sobre todo en los meses más calurosos del año. Además, es delicado, siendo un blanco fácil para plagas. Podés apostar por superficies pavimentadas en algunas de las zonas para abaratar costos, superficies como la pizarra o la roca. Además, soluciones como la grava dan buenos resultados, siendo un suelo barato, fácil de colocar y sin mantenimiento; ideal para los accesos del jardín. Asimismo, también es interesante el uso de otros materiales como la corteza de pino, que retiene la humedad del suelo evitando que se evapore rápidamente en los meses de verano, y además, en invierno funciona como una bufanda, arropando a los árboles y arbustos más delicados.

APOSTÁ POR LA  XEROJARDINERÍA

La xerojardinería es un concepto muy interesante para aquellos que quieren ahorrar dinero y tiempo en su jardín. Se trata de una serie de buenas prácticas que intentan ahorrar agua en el cuidado de las plantas. Si bien es cierto que cuenta con muchos puntos clave, podemos decir que una de las bases es intentar elegir plantas que requieren poca agua. Podés basarte también en las plantas autóctonas, que estarán más acostumbradas al clima en cuestión y necesitarán menos cuidados. Para elegir las plantas correctas, la xeorjardineria nos dice que debemos estudiar el suelo, reduciendo o eliminando las zonas de césped.  Después de elegir las plantas que querés que figuren en tu jardín, este concepto te recomienda dividirlas en tres hidrozonas, una zona de bajo consumo de agua, otra de medio y otra de alto consumo. Así, sabrás que muchas de ellas no necesitan ser regadas con el resto, ahorrando por tanto litros y litros de agua al año.

ABONO CASERO

Un sí rotundo al abono casero. Tener en cuenta que cuando la materia orgánica y vegetal se descomponen, se pueden encontrar microorganismos que se alimentan de ella. Estos organismos son deliciosas fuentes de energía para tus plantas, porque absorben muchísimo carbono y emiten todo tipo de nutrientes. Hacer abono o compost no es difícil ni desagradable. Si se hace correctamente tendrás un producto realmente bueno para tus plantas que abaratará muchísimo tu presupuesto al año.

UN BUEN MANTILLO

Quizá muchos no sepan de lo que se trata, pero el mantillo es una de esas cosas que nos ayudarán a tener un jardín sostenible. Se trata de una capa adicional de material orgánico que se coloca en la parte superior del suelo.

Sirve para muchas cosas, entre ellas, suprimir las malas hierbas que pueden restar nutrientes a tus plantas, mantener el suelo húmedo y evitar que la tierra se compacte demasiado con la lluvia. Asimismo, es excelente para aumentar el número de microorganismos que se encargarán de dar nutrientes a tus bonitas plantas.

CONTROLÁ LAS PLAGAS Y ENFERMEDADES

Las plagas están ahí, por muy lindo que sea tu jardín no te vas a librar de ellas ¿Podés usar pesticidas? Bueno, si sos consecuente con tu idea de jardín sostenible quizá no sea el mejor de los recursos. No olvidés que los plaguicidas comerciales son un desembolso de dinero y que además no son lo más recomendable para el medio ambiente. Sin embargo, no todo está perdido, recordá que el hombre cultiva por más de 10.000 años, y que estos pesticidas nacieron muchísimo más tarde. Podés, por ejemplo, prevenir las plagas sembrando plantas que acaban con ellas, como las caléndulas. También existen insectos benéficos, por ejemplo las vaquitas de San Antonio, que además de ser muy lindas y traer “surte”;  terminan con los áfidos (pulgones), una fuente de problemas para plantas como los rosales.

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