Durante los últimos días previos a las fiestas, las tiendas y shoppings del país se preparan para las compras de último momento que realizan los argentinos.
El uso de las tarjetas de crédito y débito se consolida cada vez más tanto en compras online como en tiendas físicas, al igual que los descuentos y promociones que buscan incentivar el consumo y las compras de último minuto.
Para mantener a salvo la información personal y financiera, existen algunos consejos útiles para olvidarse de estos riesgos y ocuparse de vivir las fiestas navideñas felices y seguras.
El primero es crear contraseñas poderosas. Éstas son complejas, con mayúsculas y minúsculas, números y símbolos. Lo aconsejable es cambiar la contraseña al menos una vez al año y utilizar diferentes contraseñas para diferentes fines.
También hay que asegurarse de contar con los medios necesarios para recuperarlas, tales como una cuenta de correo electrónico aparte. Pronto tendremos formas mucho más seguras de autenticación de compras, incluyendo biométrica con huellas dactilares y reconocimiento facial.
Por otro lado, el auge del comercio electrónico hace que comprar sea más práctico que nunca, pero sólo se debe comprar a través de sitios web de confianza.
Es de gran ayuda revisar los extractos de la tarjeta para saber si se procesó alguna compra no autorizada. Para esto, es fundamental suscribirse a los extractos en línea/electrónicos y verificarlos con regularidad.
En el caso de que haya compras inusuales o no autorizadas, hay que comunicarse de inmediato con el banco emisor de la tarjeta de crédito, que es el que tiene la relación crediticia con el tarjetahabiente. El número del servicio de atención al cliente aparece siempre en el reverso de la tarjeta de crédito o débito.
Al momento de realizar una compra, las tarjetas con chip son de gran ayuda y ofrecen múltiples beneficios como la reducción del fraude, y la realización de transacciones más seguras.
Para mantenerse alejado de las estafas, hay que evitar abrir links o archivos adjuntos, correos electrónicos que provengan de fuentes desconocidas, y no compartir los datos de la tarjeta de crédito o información personal (contraseñas, fecha de nacimiento, número del seguro social) a través de llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de texto o de redes sociales que no se hayan solicitado.
Siempre en el caso de detectar algo sospechoso, hay que comunicarse con el banco. En ningún momento ni Mastercard ni ningún banco o red de pago de buena reputación llamarán directamente para pedir información personal.
Por último, en esta época en la que los viajes son frecuentes, el uso de la tarjeta de crédito permite evitar trasladar grandes cantidades de efectivo.
En este caso, lo recomendable es por un lado comunicarse con el banco para notificar sobre el viaje, y por el otro, conservar los recibos de las compras realizadas con tarjeta de crédito y verificar al momento de regresar a casa que no haya nada inesperado.