Conseguir la prótesis que se requiere puede convertirse en una verdadera odisea para algunos pacientes ya que deben enfrentar los obstáculos que las prestadoras de salud interponen para evitar cubrirlas. Así lo reconocen pacientes, médicos e incluso abogados que deben intervenir en muchos casos.
La mamá de Sergio Lucero, de 63 años debió esperar 8 meses para obtener su prótesis de cadera. Era una mujer activa pero la artrosis afectó su salud por lo que luego de varias intervenciones no le quedó más opción que solicitar este implemento con características particulares que no se fabrica en el país.
Pami, la obra social con la que cuenta le dijo desde un primer momento que no habría problema, sin embargo su hijo relató que cada vez que iba le decían que había algún inconveniente. "El médico le solicitó una prótesis de manera urgente porque tenía muchísimos dolores y ya no podía trasladarse, el pedido estaba bien fundamentado", explicó el hombre.
Detalló además que las características del elemento contemplaban la expectativa de vida y que se trata de una persona activa. "No se podía poner una que debía cambiarse a los 4 años y se necesitaba que tuviera una buena adaptación".
Iban cada 15 días tal cual se lo solicitaban para ver si había novedades, esto implicaba tener que dejar su trabajo para hacer los trámites. "Que la estaban tramitando, que faltaba una firma, que se había caído la licitación, cuestiones burocráticas de todo tipo", eran las excusas.
En las oficinas, "siempre nos encontrábamos con las mismas personas -relató- que pedían una prótesis de cadera o de rodilla, a algunos después los veías y te decían 'no si mi papá ya falleció' y bueno, es uno menos que pide".
Por otra parte, durante los 8 meses que demoró en obtener lo que se requería, contó que su madre estuvo en cama trasladándose a duras penas hasta la cocina o el baño y dependiendo de ayuda para las cuestiones cotidianas. "Fueron tiempos complicados en los que tuvimos que organizarnos con mis dos hermanas para ayudarla e incluso hacer las compras".
Finalmente, cansados de esperar interpusieron una medida judicial, luego de lo cual, 20 días después, obtuvieron lo solicitado.
Excusas
En definitiva, las dilaciones suelen implicar complicaciones no sólo en la vida cotidiana de los pacientes que esperan la cirugía sino además en su estado de salud.
Según los relatos, ante la solicitud las obras sociales y prepagas comienzan a requerir informes varios, papeles que van y que vienen que el paciente debe trasladar y en caso de no ser posible contar con la ayuda de algún familiar.
Los médicos consultados coincidieron en que cuando se solicitan implementos importados es cuando surgen las dificultades en la cobertura.
El traumatólogo y cirujano Germán Chaparro dijo que la mayoría de las obras sociales e incluso las prepagas no suelen cubrir las importadas por lo que el paciente debe solventar la diferencia de costos.
Entre tanto, el paciente espera. El médico explicó que "con una fractura de cadera lo ideal es operar lo antes posible porque con el correr de los días va cambiando el pronóstico". Agregó que "son pacientes que están con dolor y tienen complicaciones en su trabajo".
Si se tiene la suerte de esperar en el domicilio en relativas buenas condiciones sólo habrá que lidiar con el dolor, pero si deben esperar internados, la situación puede agravarse. "A un paciente (mayor) internado con fractura de cadera a los 5 días se le comienzan a hacer escaras, además la estancia acostado lo lleva a neumonías por decúbito".
Dijo que un paciente de Pami espera tres o cuatro meses una prótesis que realmente no es cara. Sin embargo, el doctor Alfredo Silva Salazar, secretario científico de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología consideró que los últimos meses esta espera se ha reducido.
Explicó en concordancia con el resto de las opiniones que en realidad las prestadoras no están incumpliendo la ley ya que lo que les exige la normativa es la entrega de elementos nacionales, que tienen menor costo. Señaló que esto es a partir de una disposición de hace algunos años que apuntó a evitar el aumento desmedido en las cuotas de los servicios de salud.
El abogado Jorge Caloiro, quien se dedica a patrocinar situaciones de esta índole señaló que "son procedimientos totalmente ilegales, en tal caso la empresa de medicina prepaga u obra social puede a través de sus médicos auditores evaluar si es necesaria la prótesis que requiere el especialista". Dijo que "lo que corresponde evaluar es si la empresa de medicina está obligada a darle cobertura, si se trata de una persona joven, activa y se le está solicitando una prótesis especial o importada".
Agregó que "si es importada las obras sociales hacen hasta lo imposible para no darle cobertura o dicen que tienen un tope máximo para cubrir prótesis argentinas".
Diferencias
Lo que ocurre de acuerdo a lo que señalaron los especialistas es que el mercado nacional no cubre necesariamente la demanda. Desde su punto de vista difiere la calidad de los productos argentinos de los extranjeros lo que repercute en varios aspectos como la durabilidad, la adaptabilidad y la colocación.
Desde la experiencia de los expertos los de origen nacional duran muchos menos años lo que implica que deba volver a someterse al paciente a una intervención para su reemplazo. Por eso, si se trata de una persona joven se solicita una importada para asegurarse que perdure varios años.
"Hay patologías que son muy difíciles de solucionar con materiales nacionales, por ejemplo un paciente joven con artrosis de cadera, se el cubre la nacional y el paciente debe pagar la diferencia (...) los jóvenes las caminan, las andan, las corren, tengo pacientes que juegan al fútbol con las prótesis".
Además explicaron que también son más sencillas en la forma de colocarse e incluso algunas vienen con un kit especialmente para ello.
La adaptabilidad al hueso también incide para que los traumatólogos las prefieran para garantizar buenos resultados.
Sin embargo, en el caso de las personas mayores que no tendrán tantas exigencias físicas ni requieren tanta durabilidad, las nacionales "andan bien". Así contó Aníbal (83) que le habían recomendado hacer en su reciente cirugía de cadera. "El médico me dijo que por la edad que yo tengo con la nacional era suficiente y no tuve demoras para conseguirla".
El caso de OSEP
La mayoría de las prestadoras hacen "llenar muchos papeles" para dar cobertura si es que se logra. OSEP, la obra social más grande le la provincia no escapa a esta realidad a lo cual uno de los especialistas agregó que trabajan con módulos (como paquetes que incluyen todo lo que requiere un tratamiento) y que estos tienen valores desactualizados por lo que las ortopedias no quieren prestar los servicios.
Sergio Vergara, titular de la Obra Social de Empleados Públicos, mencionó que lo que sucede en el marco de una cirugía sólo lo conoce el médico y a veces es complejo comprenderlo, en tanto señaló que "a veces hay cuestiones comerciales que exceden las necesidades reales del paciente".
De todas formas dijo que hay protocolos internacionales y es lo que ellos determinan lo que cumple la obra social, "si no estaríamos llenos de juicios".
"Si un traumatólogo dice que una importada es mejor que lo escriba, que diga cuál es el diagnóstico y con la firma lo tiene que ir a discutir a la obra social", pero comentó que "cuando les pedimos que el médico sustente el pedido generalmente no vuelven".
Desde su punto de vista "el afiliado decide creerle al médico y pagar la diferencia".
Consideró que es un tema que no está resuelto en OSEP ni en el sistema sanitario en general. Aceptó que reciben reclamos por los valores de los módulos, especialmente por parte de las clínicas por lo que se está en proceso de renegociación.
Comparativa
El doctor Alfredo Silva Salazar, secretario científico de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología dijo que "esto ocurre sólo en Argentina y mucho más en el interior, sobre todo en en el caso de prótesis de rodilla y más en la de hombro", aunque también es común que haya inconvenientes con las de cadera.
Los materiales marcan la diferencia: "en Argentina se fabrican con acero quirúrgico inoxidable, las importadas son de aleación de cromo-cobalto", detalló. Además, explicó que vienen con dos metales que van hacia un lado y otro de la articulación y que en el medio lleva un plástico de poliuretano.
El nacional es poroso por lo que tiene menor durabilidad mientras que el importado es compacto y moldeado lo que lo hace más durable y adaptable.
Otra diferencia es que las extranjeras ofrecen una gran diversidad de tamaños (hasta doce) y modelos lo que favorece la elección específica para la necesidad mientras que en el país existen solo tres tamaños, "cuando no quedan grandes quedan chicas", dijo el cirujano. Esto repercute en la movilidad y la posibilidad de que ocasionen dolor con posterioridad, "y claro, si no cumplen con la biomecánica", resaltó.
Para cubrirse de reclamos es que se hace firmar al paciente un consentimiento informado antes de la intervención, señaló.
Otra diferencia es que vienen con una caja con un kit para la aplicación, que en el caso de las nacionales proviene de Buenos Aires y que muchas veces suele venir sin algunas piezas. Recordó que por este motivo en una ocasión tuvo que suspender la operación.
Pero por el seguro con que cuentan los profesionales, dijo que tienen la obligación de solicitar el que consideren el mejor producto para el paciente.