Los seres humanos tienden a buscar el equilibrio en muchos aspectos de su vida. Por eso no es de extrañar que existan dietas que se basen en este principio, como es el caso de la macrobiótica. Una correcta alimentación es la base de un buen estado de salud, así como de la plenitud emocional y espiritual, y es por ello que esta dieta no se centra única y exclusivamente en qué se debe consumir y qué no, sino que engloba mucho más y tiene en consideración otros aspectos como la medicina o la armonía con la naturaleza.
La dieta macrobiótica no es en absoluto una dieta milagro ni tiene la pérdida de peso como principal objetivo.
CARACTERÍSTICAS Y BENEFICIOS
No existen pautas comunes que definan la alimentacion macrobiótica, pues al tratarse de una dieta basada en el equilibrio del individuo con su entorno, ésta será completamente diferente en función de las circunstancias de cada persona. Lo que sí que es un denominador común es la necesidad de saborear la comida y disfrutarla, teniendo que masticarla muchas veces (alrededor de 50) antes de ingerirla, así como la preferencia absoluta por alimentos de origen natural, libres de tóxicos, abonos químicos y pesticidas.
- El aumento de energía será uno de los primeros síntomas que se notarán. Este beneficio no surge de una ingesta mayor de calorías, sino de una modificación en el tipo de nutrientes y alimentos que la conforman. Así, se prioriza el consumo de cereales, verduras y legumbres, los cuales no necesitan de demasiada energía para ser digeridos y no producen toxinas, mientras que se eliminan otros como los lácteos y las carnes, aprovechando mejor la energía que nuestro cuerpo destinaba a procesarlos.
- La regularidad a la hora de ir al baño es otra de las grandes ventajas de esta dieta. Al tener un alto contenido en fibra proveniente de cereales y verduras, el organismo responde mejor y consigue regularse.
- También mejora la estabilidad mental, la pérdida de peso y la reducción de acidez.
ALIMENTOS YIN Y YANG
En cuanto a los tipos de alimentos, como ya se ha comentado se clasifican en alimentos tipo Yin y alimentos tipo Yang.
Los alimentos Yin se asocian con el frío, lo oscuro y la humedad, englobando en esta categoría todo lo acuático como el pescado y las algas, así como lo que crece bajo tierra, como los champiñones y las raíces, además de las papas, la cebada, la avena, la berenjena, el cerdo, el conejo, el plátano, la sandía, etc.
Los alimentos Yan, cálidos, secos y duros.Son aquellos que crecen en el campo, el suelo o lugares muy luminosos, tales como el ajo, los espárragos, el hinojo, algunos moluscos como los mejillones, el puerro, el pollo, el cordero, etc.
Una buena alimentación macrobiótica deberá generar un equilibrio entre todos ellos. Además, estos se pueden subclasificar según las cuatro energías que desprenden: caliente, templado, frío y fresco. Estas hacen referencia no a la temperatura del alimento en sí, si no al efecto que producen en el organismo. Los calientes y templados se asocian al Yang, mientras que los fríos y frescos están vinculados a la fuerza Yin. Su consumo dependerá en gran medida del clima predominante en la zona donde viva la persona.
Ciertos productos como el arroz o la pasta no pertenecen a ninguna de estas dos categorías y son considerados neutros. Al no provocar ningún efecto en el cuerpo humano, su consumo es bastante regular y recomendado.
ALIMENTOS MACROBIÓTICOS
El objetivo de la alimentación no es otro pues que el de proveer sustancias al cuerpo, por lo que se tiende a eliminar el consumismo que rodea al aspecto nutritivo, comiendo exclusivamente cuando se tiene hambre. Dentro de una dieta común macrobiótica, el reparto de alimentos diario se haría según el siguiente esquema:
- - 50% de cereales (arroz, cebada, centeno, trigo, maíz, cus cus…)
- - 25% de vegetales y hortalizas
- - un par de sopas (ya sea de miso o de tamari, acompañadas de verduras o algas)
- - 15% de legumbres.
- - El pescado blanco se permite una o dos veces por semana
- - La carne deberá ser de pollo y pavo exclusivamente.
- - El huevo también es un alimento ocasional, limitándose su consumo a uno cada diez días.
- - En cuanto a la fruta, es preferible que esté cocida o seca, y sólo en ocasiones podrá comerse fresca.
- - Las bebidas y los líquidos no pueden mezclarse con las comidas y deben beberse siempre después de éstas. Las más recomendadas son el té de tres años (té Bancha o kukicha) y el café de cereales.
- - El agua es preferible beberla tibia.
Por otro lado, la preparación de los alimentos también es importante, pues a través de este proceso se modifica la energía que estos albergan. Además, según los principios de la macrobiótica, toda cocción debe realizarse en cacharros de barro o acero inoxidable y utilizar cucharas de madera.
ALIMENTOS QUE DEBEN EVITARSE
Las carnes rojas, lácteos, azúcares, ciertos vegetales como los tomates, las papas o las berenjenas, los jumos de frutas y las frutas tropicales, las especias de sabor fuerte, intenso y picante, los alimentos refinados y todos aquellos que hayan sido cultivados a través de abonos químicos y, en general, lo que contenga conservantes y colorantes añadidos.
Lo más importante a la hora de seguir este tipo de dieta es ser conscientes de que hay que guardar un equilibrio y que ningún fanatismo es beneficioso para el organismo. Hacerse controles médicos con regularidad ayudará a hacer un seguimiento detallado de la evolución del organismo, desechando la posibilidad de cualquier carencia nutritiva.