Para llevar una vida sana y prevenir enfermedades es necesario tomar ciertas precauciones: disfrutar de una
alimentación variada
y
realizar actividad física periódicamente
son dos de las claves. Pero a veces estos esfuerzos no bastan, especialmente si vienen acompañados de ciertos hábitos que tienen un gran impacto negativo en nuestra salud.
Permanecer sentados durante largos periodos de tiempo es una muestra de ello, ya que aún realizando 30 minutos de ejercicio moderado cinco veces al día, este mal hábito tendrá repercusiones en nuestro bienestar, debido a que los mecanismos biológicos y los procesos moleculares que se ven afectados son diferentes a los que se activan con el ejercicio. Por ello los efectos son distintos a nivel orgánico.
Diferentes estudios han revelado que pasar muchas horas al día sentados, sin intercalarlas con movimientos y/o estiramientos, tiene importantes consecuencias, incluyendo
desequilibrios metabólicos y biológicos
.
Una investigación reciente vincula este mal hábito con un incremento de la circunferencia abdominal y un claro aumento del riesgo de sufrir
diabetes, enfermedades cardiovasculares y obesidad
, entre otros trastornos.
Sin embargo, para prevenir estas consecuencias basta con tomar ciertas medidas simples y rápidas, que nos permitirán mantenernos activos e incorporar nuevos hábitos saludables.