En la nota de jardines de la edición anterior vimos algunos detalles sobre cómo el tamaño de las hojas y la densidad de las ramas, generan texturas que nuestro cerebro las transforma en sensaciones. Este mes avanzaremos un poquito más en el tema. Veremos cómo influye la disposición de las plantas, las secuencias y cómo otros factores también nos llevan a descubrir la magia de un jardín bien estructurado.
¿Recordás el jardín monocromático de la edición pasada? Aquí descubrirás algunos de los principios allí aplicados que podés imprimir en el tuyo. Eso sí, como a mí me gustan las flores porque me generan felicidad; te invito a recurrir a ellas y jugar con sus colores y tamaños. ¡Comencemos!
El grano
En la nota anterior hablamos de texturas gruesas, medias y finas. Bien, a eso la llamaremos desde ahora “grano”. Tendremos así granos gruesos, medios y finos.
La densidad
Las distancias que separan a los “granos” van a definir este elemento. Tendremos densidad alta cuando las plantas se encuentran muy próximas entre sí; media, cuando las alejamos y baja, cuando la distancia entre ellas es muy superior al tamaño de los ejemplares. Como ejemplo podríamos decir que una densidad alta cuando colocamos plantines de estación como los pensamientosEs superior a los 25 por metro cuadrado, media cuando estamos en unos 15 y baja, cuando colocamos unos 5 pensamientos por metro cuadrado.
Las distancias que separan a los “granos” van a definir este elemento. Tendremos densidad alta cuando las plantas se encuentran muy próximas entre sí; media, cuando las alejamos y baja, cuando la distancia entre ellas es muy superior al tamaño de los ejemplares. Como ejemplo podríamos decir que una densidad alta cuando colocamos plantines de estación como los pensamientos: Es superior a los 25 por metro cuadrado, media cuando estamos en unos 15 y baja, cuando colocamos unos 5 pensamientos por metro cuadrado.
Si nos enfocamos en cada planta podemos también hacer referencia a la “densidad de su follaje”. Aquellas con una densidad alta son las que normalmente empleamos en el arte topiario, por ejemplo el boj.
Las de densidad media, la más abundante en los jardines, no tienen tanta energía visual. Proyectan sombras abiertas como el arce japonés.
Y por último tenemos a las de densidad baja. Estas plantas generan una sombra muy ligera, su follaje es transparente como por ejemplo el chañar brea híbrido.
Profundidad
Aquí podemos trabajar con el tamaño del grano. El grano grande y denso acerca las formas y el grano pequeño y transparente genera la sensación de lejanía.
Como vimos en la nota anterior, hojas grandes acercan y reducen espacios y las hojas pequeñas, en segundo o tercer plano, amplían visualmente las áreas.
De igual manera podemos generar la sensación de que un sendero sea más extenso reduciendo paulatinamente el tamaño de las piedras a medida que se alejan de su inicio.
Equilibrio
En la imagen podemos ver que a igualdad de cantidad de flores unas “pesan más” que las otras debido al tamaño.
Esto es también aplicable al uso de materiales en un jardín como es el caso de las piedras en los senderos, en el revestimiento de canteros y en las rocallas.
El equilibrio visual lo logramos a través del peso de los objetos por su tamaño o su distribución, por el uso de los colores y las texturas, por el orden o aleatoriedad y más.
Los jardines franceses del siglo XVII son ejemplo de orden y simetría.
Orden
En este caso hacemos referencia a la distribución espacial que hacemos con las plantas en nuestro jardín. En la composición de los grupos de plantas.
Las podemos colocar de manera uniforme, como soldaditos unos detrás de otros. Concentradas formando grupos de un mismo tipo de plantas.
Dispersas en un mismo sector en el que solamente tendremos una especie. Aleatorias, una aquí y otra más allá, entre medio de otras plantas.
En esta imagen es de “Cacti mundo” podemos observar plantas agrupadas de forma ordenada y otras desordenadas. Algunas dispersas y otras aisladas.
Ritmo y movimiento
La repetición de una secuencia de plantas o elementos ornamentales genera el “ritmo”. Como por ejemplo si realizamos un cerco verde con cipreses de color verde y cada cinco ejemplares alternamos con ciprés dorado.
Modificar esa relación de 5:1 por otra genera sensación de movimiento. Para aumentar la velocidad disminuiremos la cantidad de cipreses verdes o agregaremos otras especies.
¿Cuántos elementos verdad? Espero que te ayuden a ir dando tu toque personal al jardín.
Antes de despedirme quiero anticiparte algo, a partir del siguiente artículo vamos a hablar sobre colores y plantas.
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