Conocé a las actrices que dieron el "Sí, quiero" ante un príncipe

Muchas jóvenes seguramente han soñado con la llegada del 'príncipe azul' y, aunque la idea está basada en los cuentos infantiles, ésta ya pasó a la vida real. Es que varias mujeres que tenían su carrera en el mundo de la actuación armada, la abandonaron porque encontraron el amor en hombres de la realeza.

La estadounidense Meghan Markle no es la primera actriz que abandona -o no- su carrera por casarse con un príncipe, Enrique de Inglaterra, nieto de la reina Isabel II, en este caso.

A continuación, sus predecesoras:

Grace Kelly: El glamour de Hollywood inundó el pequeño principado de Mónaco cuando en 1956 Kelly, que por entonces ya era toda una estrella, se casó con el príncipe Rainiero. Desde entonces, la protagonista de "La ventana indiscreta" pasó a ser la princesa Gracia Patricia. Falleció en 1982, poco antes de cumplir 53 años, en un accidente con su auto.

Clotilde Courau: Además de continuar su trabajo como actriz con títulos como el biopic de Edith Piaf "La môme" o la más reciente "L'ombre des femmes", desde su matrimonio con el príncipe Emanuele Filiberto de Savoya (2003) es también princesa de Venecia y el Piamonte. A sus 48 años, la actriz y el nieto del último rey de Italia tienen dos hijas.

Elia Zaharia: En 2016, la cantante y actriz albanesa dio el "sí" al príncipe Leka II de Albania, nieto de Zog I, hasta ahora el único monarca que ha tenido el país. Éste huyó al exilio en 1938 y en 1997 los albaneses rechazaron la restauración de la monarquía. A sus 34 años, Zaharia continúa actuando, entre otros escenarios sobre las tablas del Teatro Nacional albanés y en películas como "Luna de miel", del serbio Goran Paskaljevic.

Mette-Marti Tjessem: Hija de divorciados, madre soltera, ex modelo y concursante de realities se casó con el Príncipe Haakon de Noruega. La pasión de "su" príncipe primó por sobre la opinión pública. Y aunque el padre de su hijo estuvo arrestado por narcotráfico llegó a la familia real, pero con separación de bienes, claro.