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hace 8 horas
La muerte de un hombre que recibió una paliza al parecer de activistas antisistema por llevar tirantes con la bandera de España generó hoy la condena del Gobierno de Mariano Rajoy y tuvo un fuerte impacto mediático en la recta final a las elecciones del 21 de diciembre en Cataluña.
El hombre de 55 años falleció el martes en un hospital de la ciudad de Zaragoza. El viernes había sido agredido por jóvenes, al parecer miembros de grupos antifascistas y "okupas", que lo increparon por llevar tirantes (tiradores) con la bandera de España en medio de la tensión que vive el país por la crisis independentista en Cataluña.
"Como la inmensa mayoría de los españoles, quiero vivir en un país en el que nadie sea agredido ni insultado por llevar una bandera o por pensar de una u otra manera", sostuvo el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. "Tolerancia cero con los radicalismos violentos, vengan de donde vengan".
También el portavoz en el Congreso del partido liberal Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, condenó hoy en la Cámara "con toda repulsa y verdadera repugnancia el crimen de odio" a un hombre "asesinado por la espalda por exhibir los colores de la bandera de España". Partidos de izquierda y nacionalistas evitaron comentar el caso.
El incidente se produjo cuando la víctima coincidió el viernes en un bar de Zaragoza con cuatro jóvenes que lo tacharon de "facha" (fascista) y "franquista" por llevar los colores de España, según el diario "Heraldo de Aragón".
Al salir del lugar, los agresores lo persiguieron y golpearon por la espalda con una barra de hierro. El hombre tuvo que ser internado con lesiones cerebrales y quedó en coma inducido hasta su muerte el martes.
La Jefatura Superior de Policía de Aragón (la región vecina a Cataluña) abrió una investigación que llevó a la detención el lunes de un chileno de 33 años y nacionalizado español como presunto autor material, según fuentes policiales citadas en la prensa.
Se trata de un activista conocido que ya cumplió cinco años de prisión por dejar tetrapléjico a un agente de la Guardia Urbana de Barcelona en 2006 durante un desalojo que terminó con enfrentamientos entre los agentes y "okupas".
Luego apareció en un documental titulado "Ciutat Morta", donde se declaraba inocente y denunciaba que había sido detenido y acusado por "sudaca". Ahora está considerado autor de un delito de homicidio y pasará a disposición judicial las próximas horas, según la Policía.
El incidente fatal tiene lugar en medio de una escalada de tensión impulsada por el plan independentista en Cataluña, que culminó con el Parlamento en Barcelona aprobando crear una república el 27 de octubre y con el Gobierno de Rajoy interviniendo la autonomía de la región ese mismo día para frenar ese plan.
En los últimos meses se dieron diversos incidentes y agresiones por parte de extremistas tanto nacionalistas como de ultraderecha.
