Sociedad
El mal momento de la activista trans Bárbara Di Rocco en un bar de Mendoza: “No somos tu chiste”
hace 2 horas
Mataron de 40 tiros a un comunicador social brasileño. Se trata de
José Roberto Ornelas de Lemos
, director e hijo del propietario del diario "
Hora H
".
El ataque se produjo anoche en el municipio Nova Iguaçu y, según la LVIII Comisaría de Policía Civil de Río de Janeiro (a cargo de la investigación), se trataría de un ataque por encargo.
José Lemos, padre de la víctima y fundador del periódico en el que trabajaba su hijo, dijo que José Roberto había sufrido amenazas en reiteradas oportunidades debido a su desempeño profesional. También aseguró que viaja en un auto blindado por las intimidaciones que también él ha recibido.
La publicación circula en la llamada Baixada Fluminense (periferia de Río de Janeiro) y, según Lemos “el periódico es fuerte en la región y venía denunciando con fuerza algunos asuntos”.
Al momento del tiroteo, Ornelas de Lemos se encontraba con unos amigos en una confitería de Nova Iguaçu, a la que acudía habitualmente después de su trabajo. Al lugar se aproximó un vehículo en el que iba un grupo de hombres encapuchados que dispararon al menos 40 balas apuntando a la víctima.
"Vamos a intentar establecer cuál fue el motivo del crimen. Tenemos informaciones de que su periódico era muy combativo y de que hacía muchas denuncias", afirmó la comisaria
Tarcia Amoedo
, directora del Departamento General de Policía en la Baixada Fluminense a la agencia de noticias EFE.
Sin embargo, aún, las hipótesis que se manejan son varias. El empresario fallecido respondía en libertad las acusaciones de haber financiado, en el 2003, a un grupo de sicarios que terminó con la vida de
Kennedy Jaime de Souza
, subsecretario de gobierno de Sao Joao de Merití en aquél entonces. El crimen fue atribuido a disputas por un desvío de recursos públicos.
Brasil es uno de los países más peligrosos para los comunicadores sociales, según la organización internacional Campaña Emblema de Prensa (PEC, en inglés), que defiende la libertad de prensa. Y según El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), de los ocho periodistas asesinados en Brasil entre 2011 y 2012, seis habían hecho denuncias sobre corrupción o sobre bandas criminales.
