Una moto partida en dos e incendiada y un auto destrozado son las consecuencias materiales de un accidente que aparece como inexplicable, puesto que el lugar en el que sucedió no presenta mayores dificultades para el tránsito.
La ruta 40 vuelve así a ser escenario de un accidente fatal. Ayer los muertos fueron el empresario mendocino Armando Genco (54), que viajaba hacia el sur provincial, y una mujer que se desplazaba en dirección contraria.
Genco manejaba una moto BMW 1200 y chocó de frente contra un Ford Escort conducido por Ana Laura Ferreyra, de 30 años (ver aparte). Las dos víctimas fallecieron en el lugar.
En el auto también iban Gabriela Ruiz, quien resultó con lesiones leves, y su hijo Francisco Hanna, de 11 años. El niño quedó atrapado en el vehículo, por lo que tuvo que ser rescatado y trasladado al Hospital Notti, ya que por las heridas sufridas no pudo ser atendido en el hospital Scaravelli de Tunuyán.
El accidente se produjo a la altura del kilómetro 2.332 -en Tupungato-, en un tramo recto de la ruta no señalizado con líneas amarillas, por lo que la policía intentaba ayer establecer las causas del accidente. Según el comisario general Roberto Munives, jefe de la Policía Vial, "no había factores climáticos ni geográficos que obstaculizaran la circulación". Cabe destacar que a esa altura la doble vía Mendoza-Tunuyán no está terminada.
De acuerdo con testigos presenciales, la moto quiso adelantar a un vehículo y en esta maniobra se encontró con el auto involucrado. Al parecer la BMW se movía a gran velocidad: su velocímetro quedó detenido en 170 kilómetros por hora, según confirmó la policía en el lugar.
Producto del impacto, la moto se partió en dos y se incendió y el cuerpo del empresario literalmente voló para terminar a 50 metros del lugar del accidente. El auto también quedó destrozado; fragmentos del mismo quedaron esparcidos a la orilla de la ruta.
Los familiares de Genco llegaron al lugar dos horas después de ocurrido el accidente y no permanecieron mucho tiempo allí. El dolor y la consternación, especialmente de la esposa del empresario, aceleraron su partida.
El tránsito no fue interrumpido en ningún momento, pero los autos debieron aminorar la marcha para permitir el trabajo de la Policía Científica, que permaneció en la zona durante casi 3 horas.
El empresario se dirigía al departamento de Malargüe para asistir a la inauguración de la Antena Espacial DSA 3, acto en el que estuvieron presentes el gobernador Francisco Pérez y el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.
Genco viajaba acompañado por el empresario Nicolás Giuliani, dedicado al rubro de muebles de oficina y miembro del Consejo Empresario, que se desplazaba en otra motocicleta, una KTM.
El comisario Munives explicó que "esta segunda moto no estuvo involucrada en el accidente, por lo que su conductor resultó ileso, aunque quedó shockeado y consternado por no poder hacer nada por su amigo y la mujer".
La demora en la doble vía en la génesis de accidentes
Uno de los temas que vuelve a resurgir en accidentes como éste tiene que ver con la demora de la construcción de la doble vía que llega hasta Tunuyán.
El tramo actualmente está habilitado hasta la altura de Anchoris, aproximadamente a 16 kilómetros de donde ayer fue el siniestro. Según la gente del lugar, y tal como se puede apreciar in situ, la obra no está detenida pero hay muy pocas personas trabajando, por lo cual el avance es muy lento.
"Acá ponen un par de máquinas y personas a trabajar para que no dé la sensación de que no hacen nada, pero esto en realidad está detenido", manifestó un lugareño.
En relación a la cantidad de accidentes, uno de los policías camineros de Tunuyán señaló que "la ruta quedó demasiado chica (insuficiente) para la cantidad de tránsito que hay en el lugar. Por acá hay cosecha de ajo y ponen camiones muy viejos para transportar (el producto), por lo que el tránsito se vuelve lento y se producen largas colas de vehículos. A esto siempre hay que sumarle las altas velocidades".
En José Cartellone Construcciones Civiles SA, empresa que está a cargo de la obra, no quisieron dar detalles en cuanto a los tiempos, pero admitieron lo obvio: que la cantidad de personas que trabajan en el lugar disminuyó a un porcentaje mínimo y que el tiempo de finalización de la obra excede largamente el inicialmente establecido.
El tramo Anchoris-Tunuyán corresponde a la última etapa de una obra que arrancó en 2001 y que se propuso unir con doble vía el tramo de la ruta 40 de Luján (desde la calle Azcuénaga) a Tunuyán (hasta el empalme con la ruta 92, que conecta con la región oeste de este departamento del Valle de Uco).