Investigadores y becarios del Conicet mantuvieron ayer por tercer día consecutivo la “toma pacífica” del Ministerio de Ciencia y Tecnología, mientras el jefe de la cartera, Lino Barañao, sostuvo que es “inédito” e “injustificable”, y aseguró que quienes cuentan con la “ventaja” de un “doctorado” no van a “pasar a manejar un taxi”.
Los trabajadores permanecen en los accesos al edificio ubicado en Godoy Cruz 2320, en el barrio porteño de Palermo, porque “no hubo respuesta de las autoridades” sobre la continuidad laboral de los investigadores, dijo a DyN uno de los manifestantes.
Con toma, no hay diálogo
El becario del Conicet e integrante del grupo Jóvenes Científicos Precarizados, Alan Szalai, manifestó que la “toma pacífica” es en respuesta a la falta de cumplimiento “de dos puntos básicos que estaban contemplados en el acuerdo que se firmó en diciembre”, relacionados con la continuidad laboral de los investigadores.
La medida fue ratificada en reclamo de la reincorporación de 500 empleados, mientras Barañao remarcó que mientras siga la ocupación “no hay diálogo posible”.
En ese sentido, defendió el acuerdo presentado por el Conicet para que los 500 becarios sean reubicados en universidades de todo el país, ya que “hay un bien social que está por encima de un reclamo individual”.
El ministro sostuvo que los investigadores que toman la sede de la cartera “no pertenecen al Conicet” sino que son becarios y, al tener un “doctorado, les da ventaja” para conseguir trabajo, por lo cual “no van a pasar a manejar un taxi”.
Barañao insistió que en el área que maneja “no hay ninguna evidencia concreta de ajuste” y que en su gestión se “apoya” y “cuida” a los investigadores “para mejorar la calidad de vida de la gente”.
Tras calificar de “inédita y totalmente injustificable” la toma del ministerio, advirtió que “es muy difícil negociar” con las organizaciones que realizan la protesta, ya que “no hay propuestas concretas” para avanzar en las conversaciones.
En diálogo con radio Splendid, destacó sobre el caso de los 500 investigadores: “Es una beca, no pertenecen al Conicet; se la da un doctorado, (el contrato) tiene un proceso de finalización”.
“Luego, después, puede entrar al Conicet o a cualquier otra actividad. Nosotros sabemos que el 99 por ciento de los doctores tienen empleo. No van a pasar a manejar un taxi. Un doctorado tiene la ventaja competitiva a la hora de conseguir trabajo”, subrayó.
El funcionario aseveró que “no hubo despedidos en el Conicet” y afirmó que se produjo “un crecimiento sustentable” en la contratación de personal.