El Congreso endureció las penas por trata de personas

La Cámara de Diputados sancionó ayer modificaciones sustanciales a la ley de Trata de Personas (que data de 2008) ante la presencia de Susana Trimarco, madre de la desaparecida Marita Verón.

El proyecto se aprobó por unanimidad, tal cual lo votó el Senado en agosto de 2011, con 224 votos. Los diputados debieron tratar el tema de apuro en sesiones extraordinarias que pidió la presidenta Cristina Kirchner el jueves 13 -dos días después que un tribunal de Tucumán absolviera a todos los imputados en el caso Verón- porque durante un año y medio no avanzaron sobre la iniciativa. 

La ley sancionada elimina la figura legal del consentimiento de la víctima para evitar que esto se use judicialmente para liberar proxenetas y tratantes y además endurece todas las condenas previstas en el Código Penal a fin de que los delitos relacionados a la trata de personas y a la esclavitud laboral sean no excarcelables (van de los 4 años a los 15).

La sesión fue maratónica, duró más de 9 horas. Todos los bloques hicieron uso de la palabra. El kirchnerismo buscó cargar las tintas en contra del Poder Judicial, tomando como ejemplo el triste fallo del tribunal tucumano.

El miembro informante, Oscar Albrieu, dijo: "No son muchos los resultados en el campo judicial. Los que deben aplicar la ley obran con mentalidad machista y patriarcal para perjudicar a los más débiles", sostuvo. En cambio, el oficialismo defendió las políticas del Gobierno nacional sobre el tema y recordó que 3.875 mujeres fueron liberadas desde 2008, cuando se sancionó la ley que se modificó ayer.

Otras voces K también fueron contra la Justicia. La camporista Anabel Fernández Sagasti (de Mendoza) dijo: "Queremos jueces que no piensen que sus estrados son altares", y los cuestionó porque "tienen que ver a mujeres amordazadas en prostíbulos" para aceptar que hay delito de trata. La bonaerense Andrea García abundó: "La política puede decirle a la Justicia que debe sacarse la venda de los ojos y mirar al pueblo condenando a los delincuentes y dejando de ampararlos".

La oposición se mostró conforme porque finalmente el kirchnerismo desempolvó la ley. Sin embargo, algunas voces marcaron que la norma sancionada no va sobre el fondo de la cuestión. La feminista Marcela Rodríguez (ex ARI) dio un discurso durísimo.

"Este es un debate profundamente político porque hay quienes tienen tanto poder que usan el cuerpo de otras personas que han sido desapoderadas de todo", sostuvo.

"No creo que este proyecto busque eliminar la explotación sexual", agregó Rodríguez y exhibió unos panfletos con oferta de servicios sexuales recolectados en las inmediaciones del Congreso. "El que paga por sexo debe ser penalizado", propuso. Para Rodríguez, las víctimas de la prostitución y de la trata "son las mismas".

Dos diputados cordobeses, Oscar Aguad (UCR) y Francisco Fortuna (PJ) solicitaron que también se aprobara un proyecto para prohibir en todo el territorio nacional los burdeles y aumentar las penas de proxenetas y dueños de establecimientos donde se ejerza o promueva la prostitución. Pero el kirchnerismo no aceptó la propuesta porque en período de sesiones extraordinarias sólo se tratan los temas solicitados por el Ejecutivo.

Los diputados tucumanos también tuvieron fuerte protagonismo. El radical Juan Casañas le dijo a la presidenta provisional del Senado, Beatriz Rojkés Alperovich, quien estaba presente en la sesión, que su marido, el gobernador José Alperovich, es "un caudillo que no se anima" a cerrar prostíbulos. "Hay un burdel VIP en España 815 de San Miguel, a una cuadra de la Legislatura, que el Gobierno se niega a clausurar", disparó. 

El cívico Alfonso Prat Gay se encargó de marcar que el tema no estuvo en la agenda parlamentaria del oficialismo. "Este año se sancionaron 102 leyes, lo que significa que hubo 102 leyes más importantes que ésta", lanzó. Las diputadas del FAP, Liliana Parada y Victoria Donda, pidieron también avanzar más.

"Si no vamos al hueso, contra los que usan y abusan de los beneficios económicos de la prostitución, no vamos a solucionar el problema. A 200 años de la Asamblea de 1813 no hemos terminado con la esclavitud y explotación en la Argentina", manifestó Parada.
 
"La política, la justicia y las fuerzas de seguridad garantizan la impunidad a los tratantes", agregó Donda y pidió luchar contra "la corporación más grande, que es el machismo".

Finalmente, el jefe de la bancada K, Agustín Rossi, recordó que en 2008, cuando se tipificó la trata como delito, Susana Trimarco acompañó la ley. "Esta norma no fue inocua, permitió que se empiece a actuar contra la trata", apuntó.