"Estaríamos en condiciones de mantener e incluso aumentar la representación parlamentaria", dijo Cristina Kirchner el domingo por la noche cuando intentó relativizar la derrota más importante que tuvo el oficialismo en las urnas en diez años.
Si los resultados del último domingo en las primarias se repiten en las elecciones generales del 27 de octubre, que son las que definirán el reparto de las bancas en las dos cámaras legislativas, se puede concluir que la ilusión de la Presidenta de sostener un Congreso amigable puede ser una realidad.
Sin embargo, el sueño de tener dos tercios de las dos cámaras para impulsar una reforma constitucional que le permita su re-reelección quedaría definitivamente atrás.
En el Senado, el kirchnerismo tiene 33 legisladores propios y un grupo de aliados de 8 que lo hacen manejar la Cámara con comodidad. Si se repitieran los resultados de las PASO en octubre, el oficialismo y sus aliados conservarán la misma cantidad de escaños ya que pone en juego 14 de las 24 bancas que se renuevan y rescatarían el mismo número.
Esto se debe a que obtiene las 3 de Tierra del Fuego (una del FPV y otra del aliado Movimiento Popular Fueguino), 3 de Santiago del Estero (del partido del gobernador Gerardo Zamora y de una fuerza armada ad hoc por sindicalistas afines al mandatario), 2 de Salta, 2 de Río Negro (ganó Pichetto), 2 en Chaco y 2 en Entre Ríos.
La novedad la dio Neuquén: hoy los 3 senadores son oficialistas pero las urnas del domingo dieron por ganador al sector anti-kirchnerista del Movimiento Popular Neuquino, del sindicalista petrolero Guillermo Pereyra, por lo que la oposición se quedaría con estas dos bancas. La tercera sería para el radicalismo, que desplazó por poco al FPV.
Lo de la Capital Federal no fue tan novedoso. El kirchnerismo arriesga la banca de Daniel Filmus, quien quedó segundo como candidato detrás de Gabriela Michetti (Pro), pero si "Pino" Solanas suma buena parte de los votos de sus contrincantes internos del espacio UNEN, se quedaría con la banca del kirchnerismo.
En Diputados el oficialismo perdería -si se repiten los resultados del domingo en octubre- cuatro escaños. Hoy el FPV y sus aliados tienen 138 legisladores, de los cuales sólo 51 se renuevan este año. El kirchnerismo rescataría 47 de estos escaños, quedándose con 134, un número suficiente para manejar la cámara sin problemas (el quórum es de 129).
La oposición se quedaría con esas 4 bancas que perdería el Gobierno y saltaría de los 119 diputados actuales a 123. En octubre pone en juego 76 bancas y se quedaría con 80 (de las 127 en discusión).
Lo que marcó la elección del domingo es interesante porque da cuenta de que si bien fue en los grandes distritos donde el kirchnerismo perdió más cabalmente, es de provincias más chicas y con más raigambre oficialista donde perdería parte de las bancas en juego. Esto es así porque en Provincia de Buenos Aires, el FPV obtendría 12 bancas, lo mismo que obtuvo en 2009 con Néstor Kirchner como candidato.