Congelar óvulos o criopreservar ovocitos se ha convertido en una opción cada vez más utilizada para postergar o asegurar la maternidad en un futuro. Las razones pueden ser personales, sociales o médicas y esta intervención le da a las mujeres más posibilidades de concretar su deseo sin sentirse presionadas por el famoso “reloj biológico”.
Aquí, todas las respuestas acerca de esta opción para ser mamá:
¿Cuáles son las razones para congelar óvulos?
En un comienzo se propuso como una solución cuando, ante una enfermedad cancerosa, era necesario irradiar la pelvis con radioterapia y/o administrar quimioterapia que tuviera efectos colaterales sobre los ovarios.
Con el tiempo se diversificó y comenzó a realizarse también por razones personales, como por ejemplo el deseo de postergar la maternidad por cuestiones vinculadas a la pareja o a la profesión, sin correr el riesgo del envejecimiento o pérdida de calidad de los óvulos así como de los ovarios.
En este sentido, si bien la edad máxima ideal para criopreservar ovocitos es 34 años, en la práctica no hay límites. Manteniendo al tanto a la mujer de que las chances de lograr un embarazo con ovocitos criopreservados más allá de los 40 años son muy bajas, nadie está en condiciones de privarla de su deseo de hacerlo a esa edad.
¿Cada vez se realizan más tratamientos de este tipo?
Cada año, a nivel mundial, aumenta el número de mujeres que por las razones personales/sociales explicadas desean criopreservar ovocitos. Afortunadamente, cada año lo hacen más jóvenes, lo que da más chances de lograr un embarazo en el futuro con esos ovocitos.
Asimismo, los oncólogos toman cada vez más conciencia de este problema y sugieren la criopreservación a sus pacientes antes de iniciar los tratamientos oncológicos.
¿Qué mujeres pueden hacerlo?
Cualquier mujer que lo desee y que tenga valores hormonales aceptables para este tipo de procedimientos, esto es, que los ovarios aún mantengan su funcionamiento normal dentro de límites razonables. En el caso de las pacientes oncológicas, todas aquellas que no tengan contraindicaciones por su enfermedad de base.
¿Qué factores empeoran la calidad del óvulo? ¿Cuál es la edad óptima para congelar óvulos? ¿Qué pasa después de esa edad?
Hay dos cuestiones a tener en cuenta, por un lado el envejecimiento de los ovocitos (recordar que se "fabrican" a las 7 semanas de vida, dentro del vientre materno, antes de nacer), y por otro lado el envejecimiento del ovario.
Puede darse el caso de una mujer que sea joven pero que por naturaleza (condición genética) o por cirugías previas sobre los ovarios, tenga disminuida lo que se denomina la “reserva ovárica”. En esos casos, a pesar de administrar drogas estimulantes es probable que no se genere un número aceptable de ovocitos porque los ovarios ya no responden al tratamiento. Esto es natural y progresivo a partir de los 38 años de edad, se hace más notorio a los 40 y por lo general no tiene mucho sentido intentarlo más allá de los 42 años.
Por otro lado, está la cuestión del envejecimiento de los ovocitos. Aun cuando el ovario responda y genere muchos folículos (hay mujeres en las que esto puede ocurrir hasta los 50 años de edad), la calidad de los óvulos decrece rápidamente a partir de los 36 años de edad, en todas las mujeres por igual.
Los humanos cargamos 46 cromosomas en todas las células que conforman nuestro cuerpo. Para generar un nuevo individuo se necesita el aporte de 23 cromosomas por parte del espermatozoide y 23 por parte del óvulo.
Los espermatozoides se “fabrican” diariamente con 23 cromosomas. Los óvulos (que tienen la edad de la mujer más 8 meses) no se renuevan y tienen 46 cromosomas. En el momento de la fertilización debe eliminar los 23 sobrantes para que el nuevo individuo pueda tener a su vez una conformación de solo 46 cromosomas. Cuando esto no ocurre se presentan las trisomías (cromosomas en exceso en el embrión), siendo el Síndrome de Down la más conocida. Esto es debido al envejecimiento de los óvulos.
Por lo general, los embriones con cromosomas en exceso no progresan (o no implantan o dan lugar a abortos espontáneos tempranos). Esto se hace más frecuente luego de los 38 años y alcanza su pico máximo más allá de los 42 años de edad.
Sin duda alguna es una excelente razón para criopreservar ovocitos a una edad más temprana si el proyecto de maternidad se vislumbra para más allá de los 40.
Un embarazo con ovocitos criopreservados tendrá las mismas chances que si hubiera ocurrido a la edad en la que se los congeló.
¿Qué pruebas previas debe hacerse la mujer?
Antes de realizar este tratamiento se piden estudios hormonales y serológicos para descartar enfermedades como las hepatitis crónicas, el HIV, etc.
Por ecografía se evalúa la “reserva ovárica”, realizando el recuento del número de folículos presentes en cada ovario dentro de los primeros 5 días del ciclo menstrual.
Los valores de ciertas hormonas como la FSH, el Estradiol y la Antimülleriana sirven para tener una idea previa de cómo va a responder ese ovario, evaluación que incluye la ecografía antes mencionada. Previo al procedimiento se pide, además, un coagulograma y un electrocardiograma.
Fuente: Planeta mamá