La polémica se había instalado y el descontento de la gente iba en aumento a medida de que se conocía que los ediles de Malargüe y funcionarios del Ejecutivo pretendían engancharse al aumento del 56% que a principios de año se había otorgado el gobernador, Francisco Pérez, lo que prácticamente duplicaría los ingresos llevando a algunos concejales a percibir una dieta de $ 40.000.
La presión de los ciudadanos y los integrantes del gremio de ATE hizo que los concejales dieran marcha atrás con este proyecto y con el que también había enviado el intendente Juan Agulles para aumentar los sueldos de funcionarios un 33% de acuerdo a las últimas paritarias. De todos modos, y teniendo en cuenta que el año pasado ya se habían incrementado casi un 70%, al agregarse el ítem por zona desfavorable.
Después de varias tratativas y posturas, el Concejo Deliberante de este departamento aprobó por unanimidad el proyecto del Movimiento Popular Malargüino (Mopoma) en el que se establece que queda prohibido cualquier tipo de aumento para ediles y funcionarios hasta el 31 de diciembre de 2013, derogándose la ordenanza 1.236 del año 2004 por la cual se establecía que la dieta de los ediles y las remuneraciones del intendente, secretarios y directores, quedaban sujetos a la remuneración del gobernador.
De esta manera, los concejales continuarán cobrando entre $ 17.000 y $ 19.000 y el intendente alrededor de $ 21.000.
"La medida establece que durante todo el año los haberes estarán congelados, quedando pendiente analizar cuál va a ser el nuevo sistema que se aplicará a partir de 2014 para la liquidación de sueldos, por lo que hay tiempo hasta octubre para presentar una propuesta", afirmó el presidente del Concejo Deliberante Jorge Marenco, uno de los ediles que en un principio no estuvo de acuerdo con este proyecto y que propuso otras salidas, como que se pudieran otorgar el incremento pero que los ediles se dedicaran totalmente a la actividad pública.
El mal humor de la gente tiene que ver con lo que implicaría el aumento pretendido, pero también con la oportunidad de aplicarlo, dada la situación social y económica del departamento tras el retiro de la minera Vale.
La concejal Paola Paleico, autora del proyecto junto a su par Patricia Cecconato, manifestó que su bloque estuvo en contra de cualquier aumento desde un principio. "Entendíamos que no había razones ni justificativos para otorgarnos un incremento salarial. Con lo que percibimos está bien y nos alcanza. Creo que esto fue una victoria, sobre todo porque la gente sintió que fue escuchada, trabajamos en consecuencia y no por presión de los vecinos ni ATE".
Hay que destacar que para poder llegar a esta resolución pasaron varias sesiones y reuniones. Desde la Asociación Trabajadores del Estado ( ATE) acudieron con delegados y banderas al recinto deliberativo desde el momento que se tomó conocimiento de la propuesta del aumento salarial. A entender de ellos, su presión y presencia también fue muy importante para que los ediles retrocedieran.
"Algo se ha hecho. El cuerpo deliberativo ha congelado hasta fin de año, por lo menos, todo tipo de aumento y es lo que tendrían que haber hecho desde un primer momento, pero parece ser que los señores concejales de Malargüe son como niños de jardín de infantes, hay que estar detrás de ellos todo el tiempo" afirmó el gremialista Rubén Domínguez.