Dura derrota para el hincha fiel del Lobo. Goleada a su corazón blanquinegro. Justo en ese momento, en el cual, el equipo del “Toti” Arias recuperó la brújula y se subió a la senda de la victoria, los “violentos”, ese grupito de inadaptados, los cuales están convencidos que son más importantes que la propia institución, entraron nuevamente en escena y ahora los que pagan los platos rotos son los hinchas verdaderos.
El socio. El que colabora, el que alienta. El que sufre por cada resultado negativo o disfruta cada conquista. Su empresa es el sentimiento por los colores. Sólo eso.
En cambio, “los otros” todo lo contrario. Sólo ganancias para sus bolsillos. Es lo único que buscan. Y porque el último domingo ante San Lorenzo (Catamarca) la Comisión Directiva no les entregó entradas de favor, provocaron desmanes varios. Una vergüenza. Por eso, el Ministerio de Seguridad de Mendoza decidió que el partido del sábado ante Estudiantes de San Luis se juegue a puertas cerradas. Ganaron los violentos, perdió el fútbol.
Los famosos 33 ganaron poder y terreno
Era un secreto a voces. Un tema tabú. Tras los incidentes en el centenario de Independiente Rivadavia, la actual comisión directiva de Gimnasia tuvo un solo objetivo: erradicar a los violentos y recuperar a la familia Blanquinegra. Por esta razón, se realizaron con éxitos diversas campañas de socios para que todos aquellos que estuvieran identificados pudieran ingresar al estadio para alentar al Lobo. Medida ejemplar y admirada por el resto de los clubes del ascenso del país.
Pero, el éxito en el último Argentino B, llevó a que la barra brava, “Los Famosos 33”, comenzara a ganar terreno en cada presentación. Por ejemplo, se adueñaron de todo el estacionamiento de calle Lencinas y de la calle Padre Contreras. Los que perdieron fueron los clásicos cuidacoches. Hoy, volvieron por el “tradicional” 2 x1 en entradas. Ante la negativa, los violentos se hicieron sentir una vez más.
