Conflicto árabe israelí en nuevo contexto

Conflicto árabe israelí en nuevo contexto

Un escenario de guerra que casi ninguno de los comentaristas y politólogos había tenido en cuenta al señalar los posibles lugares de una Tercera Guerra Mundial, ha brotado en estos días en la erizada piel, del damero político mundial.

Es cierto que se hablaba del Oriente Medio como uno de las principales regiones, de posible origen de un conflicto que a fuerza de ir escalando posiciones podía llegar a ser la llama que enciende un mundo cargado de peligrosos gases altamente inflamables. Si casi se percibe en el aire el olor acre de la pólvora. Y, sobre todo, el interés de los halcones de ambos lados, por encender la mecha.

No en balde se le corrieron algunas lágrimas al presidente Obama al hablar de la necesidad de controlar las armas de destrucción masiva (me refiero al hecho objetivo, no a la sinceridad del esbozo de llanto). Hablando de llanto, hay unas enigmáticas palabras pronunciadas por el papa Francisco, que dice que la humanidad va a llorar y mucho.

En otro orden de cosas podemos decir que tiene razón el experto ruso Konstantin  Sivkov, cuando afirma que una nueva guerra mundial puede estallar inesperadamente, a raíz de la escalada natural de los conflictos regionales.

Recordemos lo sucedido en la primera Guerra Mundial: por un error de los organizadores de la visita del heredero del trono del imperio austro-húngaro a Sarajevo, no le comunicaron a los choferes que se había modificado el itinerario. No se iba a visitar un museo, sino al hospital donde estaban internados los heridos del atentado de la mañana (lanzaron una granada contra el vehículo donde iba el archiduque Francisco Fernando y su esposa), con tan mala suerte que el auto detuvo su marcha frente a un bar donde estaba comiendo el joven terrorista de apellido Princip.

Este no perdió un instante, se acercó al coche y disparó contra la pareja real, matando a ambos. Este hecho desafortunado y casual, fue la llama que detonó la primera Guerra Mundial.

Claro que, desde hacía tiempo negros nubarrones preanunciaban el conflicto y, tal como ahora había un clima propicio para la guerra. Al comienzo sólo eran tres países contra igual número de imperios. Terminaron luchando 20 países e imperios y cerca de 60 millones de soldados.

En este caso como en aquel juegan una gran importancia los acuerdos defensivos y las solidaridades recíprocas. Varios países árabes de la región han expresado su solidaridad con Arabia Saudita. Incluso el pequeño en territorio, pero gigantesco en reservas probadas de hidrocarburos, Kuwait, siguió los pasos de su hermano mayor y también rompió relaciones, con el país persa.

Es importante destacar esto último, que Irán, la antigua Persia, si bien en su mayoría pertenece a la religión islámica, no son árabes. Su historia se remonta al siglo VII A. de Cristo, se suceden varios imperios, hasta que en el siglo VII son conquistado por los árabes. Luego de un intermedio mongol, en el siglo XIII, los safawíes cohesionan la sociedad iraní con el credo chiíta.

Ya en la edad contemporánea, fracasan los intentos modernizadores de el Shah Reza Pahlevi, el que es depuesto por Jomeini, que proclama  una República Islámica Nacionalista, con un gobierno teocrático e integrista. Se suceden dos guerras con Irak y el gobierno integrista realiza o apoya actos terroristas como los realizados en nuestro país, con apoyo local, en contra de la Embajada de Israel y de la Mutual Judía AMIA. Los gobiernos peronistas de Menem y de los Kirchner, parecen haberlos apoyado, ocultando o amparando a los culpables.

El Fiscal General Nisman, luego de 10 años de investigaciones, es asesinado la noche anterior  al momento en que iba a presentar al Congreso Nacional las pruebas que había reunido.

Con el nuevo acuerdo con las grandes potencias, Irán deja de ser un paria de la política internacional.

Desarrolla actividades encaminadas al enriquecimiento de uranio con fines bélicos, lo que finalmente se resuelve con un acuerdo, que fue fogoneado especialmente por Obama y el nuevo presidente iraní, después de haberle aplicado numerosas sanciones económicas y políticas.

El terreno que permitió ese acuerdo ya había sido cultivado en 2013 por el presidente de los EE.UU., Barack Obama  y el nuevo presidente de Irán, Hassan Rohani, quienes dieron un giro de 360º a sus políticas y establecieron un acercamiento que se traduciría, finalmente, en el acuerdo sobre la actividad nuclear de Irán.

En lo sustancial, Irán renuncia a su ambición de dotarse de una bomba atómica, fabricada por dicho país o comprada. Entrega a Rusia el 98% del uranio enriquecido que poseía y destruye la mayor parte de las máquinas para fabricar uranio enriquecido. A cambio, se le levantarían las sanciones económicas que le vedaban vender su petróleo libremente (claro que cuando se aplicaron estas sanciones el precio del barril andaba por las nubes, mientras que ahora, ronda los 25 dólares).

Sin embargo, el sector más duro de los políticos estadounidense y los halcones de la política israelí, descreen de la posibilidad de redención del Estado terrorista por excelencia y creen  que la única solución consiste en bombardear sus instalaciones atómicas y derribar al gobierno.

¿Por qué Arabia Saudita desató esta crisis y qué consecuencias tendrá?
Arabia, cuyo pueblo pertenece casi masivamente al islamismo sunnita, tiene una larga confrontación con Irán, de mayoría chiíta, por el liderazgo en la región. Por eso tomó una decisión abiertamente provocadora: ejecutó a 46 ciudadanos iraníes, entre ellos el popular clérigo chiíta Nimr al Nimr, lo que provocó la ira de los iraníes y el asalto a la Embajada Saudí en Teherán.

Entre las consecuencias más temidas está un recrudecimiento de la guerra en Siria. Los chiítas apoyan al actual presidente Al Assad, mientras que Arabia financió a grupos yijadistas para combatirlo.

Esto forma parte de la compleja urdimbre de intereses que se hallan en  juego en la región, en los que juegan tanto la política como la religión y ambos subordinados al interés económico, de los cuantiosos recursos hidrocarburíferos del Oriente Medio.

Este nuevo escenario de guerra, del que la actitud asumida por Arabia Saudita puede ser su prolegómeno, es vista con recelo y temor pues Irán cuenta con el apoyo de Rusia y China  que han manifestado que se opondrían a cualquier acción punitiva contra el Estado teocrático fundamentalista de Irán.

La posesión de armas nucleares de algunos de los contendientes puede llevar al mundo a un desastre nuclear. A ello se agrega lo declarado por otro de los Estados díscolos por excelencia, Corea del Norte, que manifestó haber detonado una bomba de Hidrógeno. También fue duramente sancionado por la ONU, incluso con el apoyo de China. Este país sería un aliado natural de Irán. Pero, como dijimos, también China y Rusia, países con arsenal nuclear.

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