El conductor que el domingo último provocó un siniestro en el que murió un joven de 22 años estaba borracho al momento del choque.
Así lo confirmaron las pericias que ayer recibió el fiscal Mauro Perassi.
Por pedido de la defensa hoy una jueza de garantías deberá expedirse acerca de la carátula del caso, lo que podría ser decisivo para la suerte del acusado.
El resultado del examen de alcoholemia que se realizó a Diego Montseny (20) determinó que, cuando iba al mando de su Peugeot 207 con el que atropelló y mató a Martín Capelli (22), manejaba en estado de ebriedad.
Para saber esto, el fiscal Perassi pidió un examen de extrapolación, que es el que determina retrospectivamente cuánto alcohol en sangre tenía una persona en un momento determinado.
La conclusión fue determinante: Montseny manejaba borracho ya que tenía alrededor de 0,70 miligramos por cien cm3 de alcohol en la sangre.
El primer test para saber cuánto alcohol había consumido se le practicó después del accidente. En ese momento el joven tenía 0,49 miligramos.
Es decir, no estaba excedido del límite de lo permitido para conducir, que es de 0.5. Sin embargo, ya habían pasado dos horas del accidente y además, se presume por la declaración de testigos que Montseny había ingerido comida y bebidas, lo que podría haber generado una variación del nivel de alcohol en su organismo.
Homicidio simple
Este resultado no hace otra cosa más que reafirmar el delito por el cual el conductor está imputado: homicidio simple con dolo eventual. Es decir, que el conductor sabía que podía provocar un siniestro y no desistió de su actitud.
Por estas horas el fiscal también está a la espera del informe de Policía Científica acerca de la velocidad a la que conducía el detenido. Aunque fuentes cercanas a la causa dijeron que los resultados estarán recién "en dos semanas ya que los peritos tienen mucho trabajo". Sin embargo, por testigos del hecho se sabe que Montseny iba a más de cien kilómetros por hora, es decir, largamente excedido de lo permitido.
"No había huellas de frenadas en el lugar del hecho", agregó la fuente consultada por Los Andes, sumando un dato más en referencia a la velocidad del Peugeot 207.
Tanto la familia de la víctima fatal como la del conductor del Gol, Sergio Derlich (26), se han constituido en querellantes y, justamente, también solicitaron realizar pericias para calcular la velocidad.
"El testigo principal es el conductor de un vehículo que recorrió seis cuadras detrás del Gol. Él vio todo y dice que el auto de las víctimas iba despacio y bien", agregó la fuente.
Al juzgado de garantías
El defensor particular de Montseny pidió un control jurisdiccional para que la causa sea revisada por un juez de garantías. Por eso, hoy Alejandra Mauricio deberá considerar lo hecho por el fiscal hasta el momento y si existe algún riesgo procesal, como peligro de fuga o entorpecimiento.
O sea, bien podría mantener la carátula dispuesta por Perassi o modificarla, lo que podría resultar un beneficio para el imputado, que hasta el momento continúa en prisión.
El siniestro fue el domingo temprano en Las Cañas y Adolfo Calle de Guaymallén. Capelli y Derlich iban en un Gol cuando Montseny los embistió. El primero de los jóvenes murió en el lugar, mientras que el conductor está internado en grave estado.
Decisión similar
Hace un mes, el Ministerio de Seguridad ofreció 30 mil pesos de recompensa para dar con Adrián Ocampo (39), el conductor de un auto que el 11 de febrero de 2013 manejaba borracho y en contramano por el Acceso Este y que embistió a padre e hija Viudez, a los que mató.
Ese caso llegó a manos de la jueza Mauricio bajo la misma carátula con la que se imputa a Montseny: homicidio simple con dolo eventual. Sin embargo, la funcionaria entendió que se estaba frente a un homicidio culposo, que es excarcelable. Ocampo recibió prisión domiciliaria pero aprovechó la ocasión y se fugó. Hoy no hay datos de su paradero.
