La Cámara del Crimen
confirmó la prisión preventiva para la pareja
, la que quedó hoy al borde del juicio oral y público por un delito que contempla hasta 15 años de cárcel.
La Sala Quinta del tribunal, integrada por los jueces María Laura Garrigós de Rébori, Mirtha López González y Gustavo Bruzzone, rechazó esta mañana el pedido de excarcelación que había formulado el defensor oficial de la pareja, Ricardo De Lorenzo, quien había argumentado que no existen “riesgos procesales“ para que ambos permanezcan detenidos.
La fiscal de Cámara adjunta María Fernanda Zanetic Finara se opuso a la excarcelación argumentando que se trata de un caso que “excede por su gravedad lo que es un caso habitual“, y el tribunal aceptó ese criterio.
La pareja está detenida desde el 7 de abril pasado y fue procesada en relación con los delitos de "lesiones graves" y "reducción a esclavitud", que contemplan una escala penal que va de los tres a los 15 años de prisión.
La investigación del caso se inició en 2001, cuando la madre biológica de la víctima, madre a su vez de otros siete hijos, la entregó, con intervención de un juzgado civil, a una pareja en la ciudad de Buenos Aires bajo el régimen de "guarda provisoria".
Al momento del rescate, los investigadores constataron que
la menor de edad, de 15 años, estuvo encerrada en un garage con un perro y un mono, alimentada de levadura de cerveza, pan y agua,
por lo cual se dispuso su inmediata internación. El procesamiento contra la pareja quedó “firme“, ya que la defensa oficial, resolvió no apelar la medida dispuesta por la jueza de primera instancia María Gabriela Lanz.
El defensor oficial explicó que no apelará el procesamiento como parte de su “estrategia procesal“ para defender a la pareja. Esa determinación implica que el procesamiento quedó rápidamente ratificado, lo que acelera notoriamente los tiempos hacia la etapa de juicio oral y público.
El consentimiento al procesamiento significa en los hechos que la jueza de primera instancia deberá ahora “correr vista“ a las partes, es decir notificarles de la clausura del sumario para que cada una requiera, o bien la elevación a juicio oral, o bien el sobreseimiento de los imputados.
Al no haber querella, esos tiempos son aún más cortos que los habituales, por lo que el
expediente podría pasar a juicio oral antes de fin de año.