Hace diez días ocurrió en Montecaseros un asalto que dejó como saldo dos heridos entre las víctimas y un delincuente muerto. Para los policías que llegaron al lugar fue de uno de los hechos de inseguridad más violentos de los que ha vivido San Martín en el último tiempo y la investigación logró dar con un sospechoso, Juan Vilches (38), que fue detenido y acusado de formar parte de la banda.
Ahora, la Justicia decidió que hay elementos suficientes para que Vilches siga en prisión hasta el juicio. Así, luego de escuchar a las partes, el juez Darío Dal Dosso decidió dictar prisión preventiva al detenido y mantener la acusación de homicidio criminis causa agravado en grado de tentativa.
El asalto ocurrió en la noche del sábado 12 de mayo y aunque no duró más de 15 minutos, fue un infierno para las víctimas, un atraco muy violento en el que hubo golpes, tiros, heridos y también un muerto.
Todo arrancó cerca de las 22.30, cuando tres individuos en un auto gris llegaron a la finca Lombardo, en calle Anzorena y Florida, de Montecaseros.
Allí vive la familia Morales: un matrimonio mayor, su hijo, la esposa y el bebé de la pareja.
Armados con pistolas y un cuchillo, dos de los delincuentes entraron a la casa y, entre amenazas y golpes, intentaron reducir a la familia, pero Alejandro Morales (27) pudo soltarse de las ataduras y al ver que uno de los ladrones golpeaba a su padre, tomó un martillo y se lanzó sobre uno de ellos.
Hubo una pelea encarnizada en la que Morales recibió una puntada, pero a su vez hirió de muerte a uno de los delincuentes usando un martillo. Su cómplice abandonó la casa a los tiros y escapó junto al tercer integrante de la banda, que esperaba en el auto.
El delincuente malherido era Antonio Sepúlveda, vecino de la zona, quien antes de morir le confesó a Morales: "Me mandó Juan Vilches; ese fue el hijo de puta que me dejó acá tirado".
El padre de Alejandro Morales fue internado en el Perrupato con dos heridas de bala y el muchacho también fue atendido por los puntazos, aunque ambos se recuperaron.
A los pocos días, Juan Vilches fue detenido y más tarde, identificado por Morales: "Ése, el número dos, es el hijo de puta que le apuntó a mi nena", dijo Morales sin dudar, ante una rueda de reconocimiento, de gente que se había tapado la boca y la nariz, tal y como entraron los delincuentes a su casa.
Ante el juez Dal Dosso, la defensa intentó impugnar la investigación y fundamentalmente el reconocimiento de Vilches, al sostener que Morales lo había reconocido por un perfil de Facebook; además, el delincuente también quiso despegarse del asunto al afirmar que esa noche estuvo en una estación de servicio de Palmira.
Pero cada argumento fue rebatido por los fiscales Gustavo Jadur y Oscar Sívori, que pidieron la prisión preventiva para Vilches, no solo por la gravedad de la acusación sino por el peligro de fuga latente, si el acusado recuperaba la libertad.
Finalmente, el juez Dal Dosso mantuvo la acusación y lo devolvió a la cárcel, donde deberá esperar hasta el inicio del juicio.
A la salida de la audiencia, Alejandro habló con Los Andes y aseguró: "Es él, por más que diga que no estuvo, sé que es él. Lo tuve demasiado cerca aquella noche para dudar. Me alegra que siga detenido y espero que cuando llegue el juicio sea condenado".