Cuando la concejal Norma Trigo (UCR) quedó a cargo de la Municipalidad de Santa Rosa, dijo que a mediano plazo llamaría a elecciones para que los santarrosinos eligieran al sucesor del detenido Sergio Salgado (Frente para la Victoria). El mediano plazo tiene una fecha casi definitiva: el 11 de diciembre serán las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) y el 12 de febrero del año que viene serán las generales.
Esa fecha es un hecho. La polémica se había instalado en la comuna, hasta incluso un aliado de Cambia Mendoza con ganas de volver a ser intendente, el concejal demócrata Antonio Ponce, había apurado a la concejal a cargo, Trigo, para que llamara a elecciones, acusándola de demorar el llamado para sumar voluntades con el aporte del Gobierno provincial.
Ayer en los pasillos de Casa de Gobierno corría la casi confirmada versión de que Alfredo Cornejo ya había dado el visto bueno al cronograma electoral propuesto por Trigo y que adelanta Los Andes. La intendenta interina había dicho que la fecha sería en diciembre y febrero. Ayer se acabaron las especulaciones.
De acuerdo con el artículo 35 de la Ley 1.079 Orgánica de Municipalidades, es el intendente el que debe llamar a elecciones, por lo menos con 30 días de anticipación, por lo que el llamado aún no ha sido oficializado. Pero también hay que tener en cuenta la realización de las PASO, reguladas por la ley 8.619.
De acuerdo con la legislación electoral, los frentes y alianzas deberán inscribirse en la Junta Electoral 60 días antes, por lo que la formalización de las fuerzas políticas que intervendrán en la contienda por la intendencia de Santa Rosa debería hacerse el 12 de octubre.
El 21 del mismo mes deberían presentarse los candidatos a intendente que aspiran a completar el mandato de Salgado.
El año anterior no fue el mejor para Santa Rosa, pero este año deparaba sorpresas inesperadas. El 31 de marzo su intendente, Sergio Salgado, cayó preso. El 1 de abril se hizo pública su renuncia al cargo y el 2 de abril asumió la presidenta del Concejo Deliberante de Santa Rosa, Norma Trigo; por primera vez alguien del radicalismo gobernaba ese departamento y por primera vez lo hacía una mujer.
Desde entonces la Intendenta interina ha debido enfrentar la dura crisis financiera que dejó Salgado. Unos $ 66 millones de deuda: a proveedores municipales, a OSEP en concepto de aportes de los municipales afiliados, AFIP y una deuda flotante de 40 millones de pesos.
Un municipio que tiene 16 mil habitantes y dos mil empleados municipales, uno de cada ocho; una cuenta sencilla e imaginando familias nucleares de cuatro miembros, al menos un miembro de las cuatro mil familias de ese departamento recibe un sueldo del municipio.
No es una crisis menor la de Santa Rosa y depende desesperadamente del auxilio del Gobierno provincial. No faltan quienes juran que se sugirió a Trigo hacer una revisión de la planta de personal cuando arrancó su gestión, tal como lo hicieron los también radicales Daniel Orozco en Las Heras o Marcelino Iglesias en Guaymallén, con el objeto de aliviar un poco el rojo.
Pero parece evidente, para la clase política santarrosina, que la relación laboral con la comuna define el resultado electoral y los radicales de esa comuna desoyeron el consejo y juraron a sus vecinos mantener la planta de personal.
Santa Rosa y Salgado eran infaltables a la hora del reparto de ayuda provincial durante el gobierno de Francisco Pérez (FpV) y lo siguió siendo los pocos meses que coincidieron Salgado y Cornejo y aún así, con crisis y proveedores cobrando sus prestaciones con cheques sin fondos, Salgado fue reelecto.
