Pasadas las 6 de ayer, Antonella Funes, de 17 años, cruzaba caminando el Acceso Este, con dirección norte, cuando por el carril que se dirige al centro mendocino fue atropellada por un vehículo.
La fuerza del impacto hizo que la joven muriera en el lugar pese a que llegó una ambulancia del Servicio de Emergencia Coordinado.
Y, de acuerdo a las actuaciones en manos de la Comisaría 9º de Guaymallén, conducía el Ford Fiesta (HPJ 327) Marcos Lautaro Ocaña, de 41 años, hombre al que le realizaron dosaje de alcohol con el resultado de 1,08 grados de alcohol en sangre, es decir, más del doble permitido.
La causa quedó en manos de la Ofician Fiscal Nº 9.
Hechos que se reiteran
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el promedio de consumo de alcohol en la Argentina es de 10 litros por persona por año, lo que refleja que el país está por encima de la media del continente (8,7 litros) y casi dobla la media mundial (6,3 litros).
Ese estudio muestra además que 18,5% de las muertes en la Argentina está relacionada con el alcohol, por accidentes de tránsito en los que el consumo excesivo tuvo un papel preponderante, por no decir excluyente.
Y Mendoza no es la excepción. Desde aquel recordado trágico hecho ocurrido en febrero de 2014, cuando el conductor Genesio Mariano, de 35 años, de nacionalidad brasileña, conduciendo borracho y en contramano provocó una de las mayores tragedias en rutas provinciales, con el saldo de 16 muertos tras impactar contra un ómnibus que terminó incendiado (foto), varios son los casos que han sido informados en las crónicas policiales.
Otros hechos lamentables
Otro camionero, Nelson Giambatista, oriundo de General Alvear y manejando en forma descontrolada fue detenido por la policía, oportunidad en que registró 2,44 gramos de alcohol en sangre.
En agosto del año pasado, en la zona de Agrelo, Esteban Uriona, conduciendo una Toyota Hilux, impactó contra un Renault 12, provocando heridas mortales a su conductora.
En octubre, un Peugeot 206, a la altura del Mendoza Plaza Shopping, impactó desde atrás a un camión que terminó volcado sobre el carril contrario. Los protagonistas fueron Daniel De Batista, de 48 años, que conducía el transporte, Néstor Omar Miranda, de 29, conductor del 206, acompañado por Rubén Oscar Puente (28).
Miranda tenía 1,5 gramos de alcohol en sangre, según lo confirmado por las autoridades actuantes en el sumario.
Por último, el 9 de Julio, Rinaldo Coco (47), conduciendo en estado de ebriedad (algo más de 1,2 gr de alcohol por litro de sangre) y en contramano por calle Perú, provocó la muerte del joven motociclista Daniel Guzmán (28) y heridas graves a otra persona.
Cuatro consejos preventivos
1) Si vas a conducir, nada de alcohol. Fundamenta este concepto el saber que el alcohol es un depresor del sistema nervioso central, que afecta funciones mentales esenciales para la conducción como son: la capacidad de juzgamiento y atención, la visión, las respuestas motoras, etc.
2) Si elegís beber, elegí a otro para conducir. Este es un concepto relativamente nuevo para los argentinos pero muy habitual en países con mayor cultura de la prevención.
3) Si bebió y pretende conducir, no viajes con él. Esta sugerencia implica un llamado de atención para quien viaja como acompañante, conducido por otro.
4) Elegir en el grupo a quien no beba para poder conducir. Este comportamiento implica la toma de conciencia individual y grupal de la necesidad de autoprotegerse eligiendo a quien se "privará" algo, por la seguridad de todos. (De la organización Luchemos por la Vida).