Tanto en su aspecto privado como en la función pública, la vida del intendente de Santa Rosa, Sergio Salgado, no ha estado libre de polémicas en los últimos años. Dos botones como muestra:
En marzo de 2010, Salgado fue denunciado por Julio Ojeda (el ex de la actual mujer del intendente), quien lo acusó por lesiones y amenazas. Un par de años después, el intendente resultó absuelto en un juicio muy rápido, donde el testimonio de la ex Reina de la Vendimia a favor del intendente resultó vital.
En noviembre de 2008 y en medio de uno de los escándalos políticos más graves del departamento, Sergio Salgado fue destituido como intendente, acusado por el voto unánime del Concejo de “desorden de conducta y actos de indignidad contra el cuerpo”. La decisión del HCD acarreó golpes, insultos y corridas entre aquellos que apoyaban la medida y los seguidores de Salgado. En febrero de 2009, el caso llegó a la Corte, que señaló que la destitución había sido inconstitucional y le devolvió a Salgado su sillón municipal.
Después de casi dos períodos consecutivos de gobierno y de postularse para un tercer mandato, hay gente a favor y también contra del intendente Salgado, pero en lo que todos parecen estar de acuerdo es en que se trata de “un hombre temperamental”, que suele guiarse por impulsos y que a veces no mide las consecuencias. En los últimos años, esa actitud le ha jugado a favor, pero también en contra.
