La Justicia declaró hoy culpable al sudafricano Henri van Breda (23), acusado de matar a sus padres y a su hermano mayor con un hacha. El joven había intentado simular un robo violento en la mansión de la acaudalada familia, en un caso que conmocionó a Sudáfrica.
De acuerdo con la agencia EFE, el veredicto fue dado a conocer hoy por el juez Siraj Desai, del Tribunal Superior de Ciudad del Cabo (suroeste), tras algo más de un año de proceso judicial.
Van Breda fue también encontrado culpable del intento de homicidio de su hermana y de obstrucción a la justicia.
El acusado, de 23 años, se declaró inocente de todos los cargos al sostener que el crimen, que causó sensación en Sudáfrica en 2015, fue obra de un intruso que se fugó y les dejó a él y a su hermana Marli, que entonces tenía 16 años, como únicos supervivientes.
El supuesto ataque no le provocó a él más que rasguños y contusiones, mientras que su hermana Marli sufrió graves heridas en la cabeza.
En su declaración jurada, Van Breda había asegurado que el hombre que atacó a su familia era de raza negra, llevaba un pasamontañas y "se reía" mientras atacaba a su padre en la lujosa residencia de los Van Breda en Stellenbosch, en la provincia del Cabo Occidental.
En la audiencia de hoy, el juez leyó un extenso resumen de las conclusiones del tribunal, en el que se rechazó la hipótesis de la defensa con argumentos como la ausencia de llamadas inmediatas del joven a los servicios de emergencia (pero sí a su novia), los escasos indicios de intrusión de terceras personas en la casa o la falta de credibilidad e impacto emocional en el acusado.
Según difundieron los medios locales, Van Breda permanecerá retenido en la sección médica de la prisión de Pollsmoor hasta que se conozca su sentencia.
El acaudalado empresario Martin van Breda, de 54 años; su mujer Teresa, de 55; y su hijo Rudi, de 22, fueron encontrados muertos en la madrugada del 27 de enero de 2015.
La hermana superviviente sufre pérdidas de memoria a causa de las heridas y no recuerda lo ocurrido la noche de la tragedia.
Según la prensa sudafricana, Henri y Marli van Breda heredarían de sus padres 200 millones de rands (unos 13,5 millones de euros).