El tribunal oral número 15 condenó hoy a tres años y ocho meses de cárcel de cumplimiento efectivo a Adrián Rousseau, uno de los ex jefes de un sector de la barra brava de River Plate, por el episodio de enfrentamiento entre grupos antagónicos conocido como "la batalla del playón", ocurrida en 2007.
Rousseau fue condenado por el delito de "lesiones graves" y por ahora no irá a prisión, pues la condena aún no está firme. Además, el tribunal le impuso a Rousseau la prohibición a perpetuidad para concurrir a presenciar partidos de fútbol en los que juegue River Plate.
El tribunal, en cambio, absolvió a otros dos barras bravas que comparecieron en juicio, Matías Goñi y Cristian Pineda. Los jueces Hugo Decaría, Enrique Gamboa y Cristina Bertola resolvieron así el episodio ocurrido el 6 de mayo de 2007, en el marco de una escalada de violencia en la barra brava de River, que terminaría en agosto de ese año con el homicidio de Gonzalo Acro.
Por ese hecho están condenados, entre otros, los hermanos Alan y William Schlenkler, a la espera de una confirmación de la Cámara Federal de Casación Penal que la lleva cuatro años.
Tras quedar Rousseau expuesto a la luz pública tras la Batalla del Playón y luego por la repercusión que dejó el homicidio de Acro, un barra que le respondía, se fue apartando de los Borrachos y se dedicó a su pasión fierrera, compitiendo en el campeonato argentino de motociclismo de velocidad.
La condena llegó horas después pero en le mismo día en que River ganaba en su debut en el Mundial de Clubes, la mayor competencia a nivel equipos, y se clasificaba para jugar la final, tal vez ante el poderoso Barcelona.