Pasadas las 18 el tribunal ingresó a la sala y ordenó la lectura del fallo. No fue un momento extenso, pero si dramático. El ex intendente interino Luis Lobos y su esposa Claudia Sgró fueron condenados. Lobos 4 años y seis meses por ser considerado autor del delito de defraudación en perjuicio de la Administración Pública en la modalidad administración infiel; Sgró 3 años y cuatro meses por ser partícipe primaria del delito mismo delito que su marido.
Los dos además, fueron sentenciados a inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos, es decir que nunca más podrán trabajar en el Estado.
Pero todo esto sucederá una vez que la pena quede firme, esto significa que la defensa presentará el recurso de casación ante la Suprema Corte y una vez que el máximo tribunal confirme la sentencia (si la confirma), recién entonces Lobos y su esposa irán a prisión.
El jefe de la Unidad Fiscal de Delitos Económicos Sebastián Capizzi, dijo que "la importancia de la condena es que el concepto de ñoqui es una acto de corrupción, un delito penal y va a ser sancionado en esta provincia con pena de prisión aquel funcionario político o extrafuncional asociado a un funcionario que decida perjudicar a toda la provincia con esta maniobra".
Del otro lado, el abogado de Lobos y Sgró, Fernando Lúquez, dijo que "sino hubiese sido Luis Lobos quien estaba sentado en el banquillo, seguro hubiese sido absolución. Esta condena responde al marco político que se está viviendo, era necesaria por el ámbito de elecciones que estamos".
El letrado dijo que es un fallo político, pero que "confiamos en que de ninguna manera la suprema corte puede ratificar este fallo. Esta causa no tiene otro camino posible que la absolución".
Lobos y Sgró llegaron a las 16.45, para asistir a la audiencia prevista para las 17. A las 17.15 los jueces Jorge Del Popolo, Aníbal Crivelli y Marcelo Gutiérrez del Barrio ofrecieron unas últimas palabras antes de la sentencia, invitación que fue declinada por ambos acusados. Minutos después de las 18 empezó la lectura de la sentencia.
La lectura duró unos pocos minutos. Lobos y Sgró se juntaron con allegados que estaban en la sala y enfrentaron la salida, dónde los camarógrafos esperaban. A las 18.10 Lobos salía del palacio de tribunales rodeado de unos pocos cercanos, alguno de ellos levantaba los dedos con la señal de la victoria mientras decía “vamos a volver con Cristina”.
Sgró hizo notar su molestia por las cámaras. "Por qué toman tantas fotos", dijo y Lobos le respondió como llamándola a silencio: "es su trabajo, para eso les pagan".
Trabajos domésticos
El caso nació en 2011. Laura Fara hacía tareas domésticas en la casa de las madre de Sgró y suegra de Lobos, María Elena Fernández. Según el testimonio de Fara, a mediados de ese año la suegra del entonces concejal y presidente del Concejo Deliberante Lobos, le ofreció una ayuda social.
Siempre según el testimonio, tiempo después Fara habría ido a la municipalidad a firmar documentación y a retirar una tarjeta de débito que le entregó a la suegra de Lobos. Empezó a cobrar un dinero, pero en el juicio se ventiló que lo que llegaba a sus manos era menos que el salario que estaba cobrando Fernández por ella.
Dos años después quien se hizo acreedor de la "ayuda social" fue el hijo de Fara, Pablo Müller.
En 2015, antes del traspaso del mando, Fara se enteró que había pasado a tener un cargo de planta en la comuna. Más tarde se enteró que tenía un contrato desde 2011, cuando empezó a cobrar la ayuda.
Cuando asumió Marcelino Iglesias, tuvo miedo de perder el trabajo y acudió a la nueva presidenta del Concejo, Evelin Pérez.
Durante cuatro años, la familia Lobos se habría quedado con más de 400 mil pesos de lo que retenían del sueldo de Fara y Müller.
Iglesias: “Un tiro para el lado de la Justicia”
El actual intendente de Guaymallén Marcelino Iglesias, dijo que "por fin coincidieron la sociedad y la justicia. Ambos condenaron a los que depredaron el municipio. Un tiro para el lado de la justicia".
Iglesias ha impulsado otras denuncias contra su antecesor, el peronista Luis Lobos. Todavía tiene tres procesos abiertos en su contra. Uno por enriquecimiento ilícito, en el que se investiga la procedencia de sus bienes; otro por el alquiler de máquinas y camiones; y el último con la empresa Wanka por una planta de asfalto.
Claves
-Contrato irregular. La suegra de Lobos pagaba servicios domésticos con contratos de la comuna de Guaymallén. Durante el juicio se ventilaron dos casos, el de Laura Fara y su hijo Pablo.
-Peaje por el trabajo. Ninguno de los dos contratados cobró el total del sueldo que tenían en el municipio. Entre 2011 y 2015, la familia Lobos se habría quedado con más de 400 mil pesos.
-Tres juicios más. El ex intendente tiene otras tres causas abiertas: un contrato con la empresa Wanka por una planta de asfalto, otra por alquiler de máquinas y otro por enriquecimiento ilícito.