Oscar Pardini, de 59 años de edad, fue hallado culpable de cometer abuso sexual con acceso carnal y gravemente ultrajante agravado por el vínculo y por la convivencia con los menores de edad, informó Clarín.
El hombre de Casilda, Santa Fe, abusó durante dos décadas de sus cuatro hijos, de los cuales tres son mujeres y uno varón. Una de ellas quedó embarazada cuando tenía 14 años y tuvo una hija producto de los abusos.
Los exámenes de ADN sobre la joven que el hombre consideraba como su nieta fue una de las claves para condenarlo.
Se trata de un caso que generó mucha conmoción en Casilda. Pardini siempre mostraba una forma de ser correcta ante la comunidad, era ministro de la eucaristía en la iglesia e incluso representaba a Jesús en el Vía Crucis o en los pesebres vivientes navideños. "Mientras jugaba a ser Cristo, en su casa era el diablo", lo describió durante el juicio el abogado querellante, Roberto Casadei. El profesional había solicitado, en sintonía con la fiscalía, 33 años de prisión para el abusador.
La defensa había argumentado, buscando la absolución de Pardini, que los delitos habían prescripto por el paso del tiempo, lo que fue rechazado por la Justicia.
Sus hijos fueron abandonando el hogar. El hombre además los golpeaba, según precisaron los testimonios.
El fiscal Emiliano Ehret lo definió como "un lobo con piel de cordero". Sus hijos, excepto una de las mujeres que no participó del trámite, declararon durante el proceso judicial sin la presencia del padre. Fue un pedido expreso porque no soportaban su presencia. Pardini lejos de arrepentirse declaró que era inocente y que todas las pruebas y testimonios en su contra eran "mentiras" y parte de "un circo".