Condenaron a 24 años al policía que abusaba mujeres y les robaba en Guaymallén

Franco Espejo había asumido las acusaciones y recibió una fuerte pena. Estaba imputado en 6 causas, una de ellas por privación de libertad.

Condenaron a 24 años al policía que abusaba mujeres y les robaba en Guaymallén
Condenaron a 24 años al policía que abusaba mujeres y les robaba en Guaymallén

Como estaba previsto, este martes fue condenado el policía que abusaba mujeres y aprovechaba para robarles sus pertenencias. El acusado, detenido en 2018 en Guaymallén, recibió una pena de 24 años tras asumir la autoría en los hechos.

Tras un breve debate, Franco Ezequiel Espejo (28) aguardaba la sentencia en su contra, luego de que su abogado expresara que no discutirían las pruebas de la fiscalía y se centrarían en los alegatos y el pedido de condena.

En esta etapa fue en donde se plantearon las diferencias entre una parte y la otra. Por un lado la fiscal Laura Rouselle solicitó 28 años de prisión por seis causas: abusos sexuales con acceso carnal-algunos consumados y otros en grado de tentativa-, robos agravados por el uso de arma de fuego, privación ilegítima de la libertad a una chica de 13 años y lesiones y amenazas en contexto de violencia de género ante una ex pareja.

En el caso de la defensa, a cargo de Rafael Manzur, reclamó 6 años en base a la escala penal de alguno de todos estos delitos. Fue el juez Eduardo Martearena quien definió y se inclinó por la parte acusadora, condenando al uniformado a 24 años de cárcel. En la fiscalía quedaron conformes por ser una pena alta y porque se analizaron los hechos bajo la perspectiva de género, remarcando que el imputado actuaba con suma violencia frente a las víctimas.

Espejo fue arrestado luego de una sumatoria de denuncias, que en principios parecían caso aislados pero que ante la repetición en el accionar del acusado los investigadores infirieron que era el mismo hombre quien cometía los ataques.

El efectivo salía de trabajar de la subcomisaría de Puente de Hierro en Guaymallén, se cambiaba sólo la parte de arriba del uniforme y comenzaba a buscar mujeres; lo veían merodear siempre con un mismo auto. Durante los abusos usaba su arma reglamentaria para intimidar y amenazar.

El sospechoso cayó luego de que del cuerpo de una de las jóvenes atacadas rescataran ADN de otra persona, que en el laboratorio de genética forense diera positivo con este policía. A partir de esta prueba se ordenó su arresto, que se hizo efectivo en mayo del 2018 y que ahora se extenderá por muchos años más.

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