Sociedad
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hace 3 horas
El hombre que mató a machetazos a su ex esposa en mayo del año pasado fue condenado a pasar 10 años en la cárcel. Américo Morales (73) fue condenado por homicidio agravado por el vínculo y no por femicidio ya que la Justicia consideró que no había ejercido violencia de género.
Alrededor de las 13, los miembros de la Cuarta Cámara del Crimen dictaron sentencia por la que Morales continuará tras las rejas, donde está desde el 9 de mayo de 2014 cuando él mismo llamó a la Policía para avisar que había ultimado a su ex esposa Teresa del Carmen Vargas (69) en una finca de Rodeo del Medio, Maipú.
A pesar del hecho que había cometido, Morales contó con el respaldo de sus familiares que ante el Tribunal indicaron que era la mujer la que incitaba al hombre a discusiones familiares. Y así también lo entendió el fiscal.
El fiscal acreditó que la autoría del hecho estaba acreditada en este caso pero indicó que la violencia no era habitualmente ejercida por Morales en la pareja. Por eso pidió que se lo condenara por homicidio agravado por el vínculo, lo que finalmente ocurrió.
La parte defensora había entendido lo mismo, pero había solicitado una pena de ocho años de prisión.
A pesar de que la pena ya fue otorgada, Morales podría ser condenado a cumplirla en su casa debido a su avanzada edad, a sus condiciones de salud y a que no tiene antecedentes.
El caso
El 9 de mayo del año pasado, Américo Morales asesinó a su mujer utilizando un machete con una hoja de 40 centímetros, con el que la golpeó en la cabeza y le amputó cuatro dedos de la mano izquierda.
Cerca de las 17 de ese día, el propio Morales discó el 911. "Maté a mi esposa", le confesó al operador policial que lo atendió. Luego le indicó la dirección de la casa donde había cometido el hecho, Don Bosco al 6.100, una zona rural de Rodeo del Medio.
La mujer yacía en el piso del comedor, a pocos centímetros de la puerta de entrada. Estaba boca abajo y vestida. El cuerpo tenía heridas en la cabeza, en el cuello y además presentaba la amputación de algunos dedos ya que se habría defendido.
