La Justicia mendocina condenó a un preso que mató a un remisero en Lavalle y mientras era juzgado quedó libre por decision de la Suprema Corte. Pero su historia delictiva no terminó ahí: tras fugarse, asesinó brutalmente a una anciana en la provincia de San Juan.
El juez Gonzalo Guiñazú de la Quinta Cámara del Crimen sentenció, la semana pasada, a 18 años a Ángel Alberto Narváez Bustos (29), también conocido como "Tito". El hombre fue sometido a un juicio abreviado por el delito de homicidio simple. La Fiscalía y la defensa convinieron la pena, luego de que el hombre se declarara culpable.
Narváez fue traído desde la vecina provincia, donde permanecía detenido desde el 5 de abril pasado, luego de asesinar a Emilia Quinteros (86), en El Rincón, Caucete.
El condenado, al quedar prófugo, se marchó a Caucete con su pareja y sus hijos y Emilia y su hermano Ramón le dieron alojamiento. La noche del crimen, Narváez llegó a la vivienda ebrio y drogado y sin ninguna razón estranguló a la anciana. Después la sacó de la casa y para ocultar el asesinato prendió fuego al cadáver. "Sólo se me pasó por la cabeza hacerlo", dijo, al ser detenido en aquella provincia, según publicó el Diario de Cuyo.
Inesperada libertad
En diciembre del año pasado, Narváez estaba siendo juzgado en la Quinta Cámara del Crimen por la muerte del remisero Heraldo Guzmán (71), ocurrida en Lavalle, en 2012.
El debate se suspendió por una pericia psiquiátrica y, durante la feria judicial, las defensoras oficiales Verónica Araujo y Ximena Morales pidieron la libertad de su defendido, ya que los plazos de la prisión preventiva se habían vencido.
La fiscalía se mostró de acuerdo y el juez se opuso: la Suprema Corte entonces decidió dejarlo en libertad a través de un pedido de hábeas corpus firmado por el ministro Alejandro Pérez Hualde.
Cuando el debate se retomó a principios de febrero, el hombre ya no estaba en la provincia de Mendoza.
La muerte del remisero
El 2 de setiembre de 2012, unos policías que patrullaban por Lavalle encontraron un cadáver en un basural ubicado en el carril El Carmen, de la Villa Tulumaya.
De inmediato, los uniformados se percataron de que el hombre había sido asesinado, ya que el cuerpo presentaba algunas heridas de arma blanca.
Luego se determinó que se trataba de un remisero llamado Heraldo Guzmán y que había muerto al recibir una puñalada en el corazón, otra en el cuello y la restante en el hombro derecho.
El hijo de la víctima denunció que el Peugeot 504 de su padre había sido robado.
Las investigaciones realizadas posteriormente permitieron encontrar el auto en Tres Porteñas, San Martín. Esta pista llevó a los investigadores a la detención de Ángel Alberto Narváez Bustos. El año próximo deberá enfrentar otro juicio por el homicidio de la anciana sanjuanina.