El exministro ruso de Economía Alexei Uliukayev fue condenado a ocho años de campo de detención en régimen severo por corrupción, al final de un juicio que él considera orquestado por el entorno del presidente Vladimir Putin.
Al término de un proceso muy mediático, el exministro fue declarado culpable "de haber recibido un soborno cuando ejercía un cargo oficial", según la jueza Larisa Semionova.
La justicia rusa también le impuso una multa de 130 millones de rublos (cerca de 1,9 millones de euros, 2,2 millones de dólares) e incautó casi todos sus bienes, incluyendo el coche y su propio domicilio.
El exministro, el más alto responsable ruso condenado por corrupción desde la llegada al poder de Putin hace 18 años, se mantuvo impasible cuando la jueza leyó la condena, antes de indicar que apelaría esta decisión "injusta".
Esta condena es inferior a la que requirió la fiscalía, que reclamaba 10 años de detención en régimen severo y una multa de 500 millones de rublos (unos 7 millones de euros, 8,5 millones de dólares).
Ministro de Economía de 2013 a 2016, Uliukayev, de 61 años, fue acusado de haber exigido un soborno de dos millones de dólares al presidente del gigante petrolero ruso Rosneft, Igor Sachin, una personalidad cercana a Putin, a cambio de autorizar la compra de las acciones del Estado en el productor petrolero Bachneft.
Uliukayev denunció en varias ocasiones una acusaciones "absurdas" en un proceso de una "provocación monstruosa y cruel".
"El director (del caso) es conocido", afirmó el viernes antes del anuncio, en alusión a Sachin, a quien acusa de haberle tendido una trampa.
En su declaración final el 7 de diciembre, Uliukayev se declaró de nuevo inocente, y pidió a los rusos que le perdonaran haber ignorado durante tanto tiempo "las penas del pueblo" mientras estaba en el gobierno.
En arresto domiciliario desde su detención, se dijo "culpable de haber buscado demasiado a menudo el compromiso, de haber elegido el camino fácil, la carrera y la comodidad". Y aseguró que ahora había visto "hasta que punto la vida de la gente es difícil" en Rusia.
El exministro consideró asimismo que una condena de 10 años de campo con régimen severo equivaldría a "una condena a muerte". "Pero la Historia me absolverá", zanjó.
¿Botellas de vino?
El poderoso Igor Sachin, que Uliukayev tachó de "demonio", rechazó en varias ocasiones presentarse en el tribunal, aunque había sido convocado por la justicia.
Putin justificó, en su rueda de prensa anual, este rechazo de Sachin a comparecer ante el juez: "la ley no fue aquí en ningún caso infringida", declaró.
"Los investigadores reunieron suficientes elementos, incluyendo la declaración de Sachin. Habría podido repetir todo lo que expuso durante la investigación preliminar", agregó el presidente, insistiendo que no había incumplimientos de ley en las acciones del presidente de Rosneft.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, rechazó comentar la condena a Uliukayev.
El arresto de Alexei Uliukayev en noviembre de 2016 levantó un gran revuelo en el país. Se trata del responsable gubernamental de mayor rango detenido y juzgado en Rusia desde la llegada al poder de Vladimir Putin hace 18 años.
Aunque a menudo altos funcionarios se ven implicados en temas de corrupción muy mediáticos, el de Uliukayev fue el primer caso de un ministro en ejercicio desde el fin de la URSS.
Según los investigadores, Uliukayev fue sorprendido en flagrante delito cuando estaba recibiendo un soborno de la parte de Igor Sachin. Según el exministro, creía que la bolsa que le dieron, que pesaba 22 kilos, contenía botellas de vino de lujo.
Uliukayev se opuso durante mucho tiempo a la venta de la parte de Bachneft a Rosneft, pero al final se llevó a cabo tras recibir el apoyo de Putin.