El ex juez federal y de Ejecución de Salta, José Antonio Solá Torino, fue condenado hoy a seis años de prisión por haber cobrado una coima para levantar la orden de captura para un narcotraficante que continúa prófugo.
La condena fue dictada esta mañana por el Tribunal Oral Federal salteño que consideró al ex magistrado autor del delito de “cohecho pasivo agravado”, aunque la pena no será de cumplimiento efectivo hasta que el fallo quede firme.
Por su parte, Solá Torino consideró el veredicto como "un insulto a la justicia" y al retirarse de los Tribunales dijo a la prensa que "quedó demostrado acabadamente en el proceso mi total desvinculación con la acusación, que tiene matices especiales de la fiscalía, una perversa enemiga de este juez de cámara".
En el debate, otros tres acusados fueron condenados mientras que el sindicado narco acusado de haber pagado la coima, Miguel Farfán, fue declarado en rebeldía ya que no se sometió al proceso.
El juicio comenzó el 3 de noviembre último y estuvo a cargo de los jueces Marta Liliana Snopek, Federico Santiago Díaz y Gabriel Casas, quienes también le aplicaron a Solá Torino una multa de 90.000 pesos.
Sin embargo, para el ex magistrado ?no ha existido en ningún momento la plataforma fáctica?, por lo que para él “no hay delito”.
“Nadie me pidió ni me ofreció nada a mi. Yo jamás he recibido nada”, expresó Solá Torino y aseguró que la voz de las escuchas telefónicas que lo comprometen no es suya, por lo que “en ningún momento” admitirá “la validez de esa prueba espúrea, armada por la fiscalía” para perjudicarlo.
“Vamos a llegar hasta las ultimas consecuencias, vamos a casar la sentencia”, agregó el condenado, quien insistió en su “ajenidad absoluta” con el hecho que le imputan y reforzó que nunca mantuvo una conversación con Farfán.
En tanto, los otros tres condenados, Héctor Salazar, Graciela Ferreyra y Gabriela Vázquez, recibieron una pena de tres años de prisión y una multa de 30.000 pesos para cada uno por ser considerados “partícipes necesarios” de “cohecho activo”.
De los cuatro sometidos a juicio sólo Ferreyra irá a prisión ya que fue declarada reincidente por el tribunal. En su fallo, los jueces impusieron reglas de conductas a Salazar y Vázquez, entre ellas, la realización de trabajos comunitarios, y fijaron la lectura de los fundamentos para el 7 de abril próximo.
Antes de conocerse la sentencia, Solá Torino pronunció sus últimas palabras ante el tribunal y negó los cargos en su contra, al tiempo que aseguró que desde hace seis meses su familia y él viven ?un tormento? a raíz de esta causa. Tras la lectura del fallo, el fiscal federal Ricardo Toranzo, que actuó en la investigación y en el juicio como coadyuvante de su par Francisco Snopek, dijo que se trata de “una buena sentencia”.
En su alegato, la fiscalía había solicitado nueve años de prisión para Solá Torino, cinco años y dos meses para Salazar, cuatro años y diez meses para Ferreyra, y cuatro años y seis meses para Vázquez, mientras que los tres defensores de los acusados solicitaron la absolución.
De acuerdo a la investigación, Farfán estaba relacionado con Salazar, quien a través de Ferreyra y Vázquez, madre e hija, tenía acceso al despacho de Solá Torino y gestionaron la coima. Farfán había sido condenado en 1999 por narcotráfico y estaba prófugo desde 2003, cuando no regresó de una salida transitoria.
Durante el juicio se analizaron más de 200 comunicaciones telefónicas entre los imputados y el ex juez, destituido por mal desempeño de sus funciones. En el marco de esas escuchas, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) advirtió que Farfán, Salazar, Ferreyra y Vázquez conversaban constantemente sobre las gestiones realizadas ante "El Gordo" para dejar sin efecto la orden de captura que recaía sobre el primero.
Farfán manifestó que ya estaba cansado de las distintas exigencias del tal “Gordo” y lo identificó como Solá Torino, juez de Ejecución de Sentencia, a quien dijo que le había pagado para el levantamiento de su captura.
Y según la fiscalía, el presunto narco prófugo admitió que fue “engañado porque inicialmente le entregaron un “oficio” en el que si bien se le levantaba la captura, existía consignado un error en el último número de su documento de identidad, por lo que reclamaba que se hiciera uno nuevo”.
Por otra parte, Farfán también está imputado en la causa que involucra al suspendido juez federal de Orán, Raúl Reynoso, procesado por conformar y liderar una asociación ilícita que, desde el propio juzgado y con la intermediación de un grupo de abogados cercanos, cobraba coimas o dádivas para beneficiar con gestiones judiciales a narcotraficantes.