Los vecinos del barrio Cívico, colindante al barrio o pueblo Quiroga de San Rafael, amanecieron alborotados por la presencia de chicos y padres de la comunidad escolar del establecimiento secundario Ana Enriqueta Gullot de Calzada 4-129.
El encuentro fue en la puerta de la escuela y los presentes entonaron cánticos contrarios a la renuncia del director Daniel Ortiz, también profesor de Educación Física.
“El director no se va, el director no se va”, repetían y algunas chicas hasta habían pintado algunos de los delantales blancos con leyendas de apoyo a la gestión del docente y se exhibían carteles de apoyo en la puerta de la escuela.
Aunque la calle Coronel Hilarión Plaza al 500 no estaba cortada, sí algunos automovilistas detuvieron su marcha para sumarse con sus bocinas y darle apoyo al director.
Recién cesaron los cánticos y la actitud de los chicos cuando llegó al lugar el docente, que fue aplaudido y saludado por cada uno de los casi 150 alumnos concentrados junto a sus padres y vecinos.
Los chicos afirman que se enteraron que había presentado su renuncia ante las autoridades escolares de la Supervisión de la Sección 16, a cargo de Evelia Barchiesi, y que decidieron hacer “una sentada” porque “es una pena” que los deje.
“A él le debemos mucho. Por ejemplo esta escuela nunca había participado en la farándula estudiantil y este año logramos llevar un carro”, dijo una chica que no se identificó.
Otro alumno recalcó que debido a su gestión, este año irán (este viaje no se suspende) a Buenos Aires. “El hizo eso para premiar a todos los mejores promedios de las distintas divisiones de la escuela (son 20) divididas en dos turnos. El está a cargo del de la mañana y la regente Elena Torres, de la tarde.
Aunque nadie lo confirmó, sería con esta docente con quien habría “problemas de comunicación”, como definió Ortiz la situación que lo llevó a presentar la renuncia al cargo suplente que obtuvo hace casi un año al producirse la vacante por el retiro de la titular de ese momento.
“Ahora debo revisar mi decisión”, dijo emocionado hasta las lágrimas Daniel. “No sé. Esto no me lo esperaba para nada. Yo hago mi trabajo y nada más. Hay algunos problemas de comunicación y es por eso que había tomado la decisión”, insistió.
También relató que está en la docencia desde 1985 y es profesor en la escuela desde que funcionaba como anexo del Nacional. “Después nos pasaron a Libertador al 150 y luego aquí, con edificio nuevo”, dijo al hablar sobre su carrera.
“Sigo como profesor de Educación Física, sea cual fuere la decisión que tome sobre la dirección”, aclaró.
Hasta ayer al mediodía seguía ejerciendo sus funciones y como tal a la salida estaba como todos los días parado en la puerta despidiendo a los alumnos casi individualmente e interesándose por alguno de los problemas familiares de los alumnos. “¿Ve? por esto lo queremos...”, dijo una chica que asiste a la escuela que tiene una matrícula de 390 alumnos.
El dueño de un negocio cercano relató que no es raro ver a Daniel interviniendo en algún altercado entre los jóvenes a la salida de clases.
“Él les habla mucho. Se sienta con ellos en la acequia y los chicos terminan siendo amigos. Uno los ve después que pasan charlando. Se han terminado casi esas situaciones desde que él está en la dirección”, afirmó.