La Argentina registró durante 2015 un trasplante de órganos cada cinco hora, lo que suma al día de hoy 2.800 trasplantes y 571 donantes en el año, de acuerdo a las cifras que difundió el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) a través de su sitio web. La cantidad de donantes de órganos en 2015 superó a la del año anterior, en tanto que en esa comparación las provincias de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Tucumán experimentaron un importante crecimiento en su tasa de donantes por millón de habitantes.
De los 2.800 trasplantes, 1.103 fueron renales (753 con donante fallecido y 350 con donante vivo), 354 hepáticos (321 con donante fallecido y 33 con donante vivo), 103 cardíacos, 71 renopancreáticos, 46 pulmonares, tres pancreáticos, dos intestinales, 23 trasplantes combinados y 1.095 de córneas.
Entre los trasplantes cardíacos de este año se encuentra el de Stefanía Vier, una joven de 22 años oriunda de la ciudad misionera de Montecarlo, quien luego de permanecer cuatro meses internada en terapia intermedia en la Fundación Favaloro recibió la noticia de que había llegado su corazón.
Es así como el 6 de mayo, al día siguiente de recibir la noticia de la donación, la joven ingresó al quirófano y se sometió a una cirugía que "duró 13 horas, con un excelente equipo médico y humano", relató a Télam Stefanía, que siendo bebé fue diagnosticada con una insuficiencia cardiopática por disfunción ventricular.
A los diez días de vida atravesó su primera cirugía y a los seis años le implantaron la válvula de un donante, y desde esa edad hasta los 21 Stefanía contó que llevó "una vida como una adolescente normal" durante la cual terminó la secundaria, salió con amigos y practicó deportes recreativos no competitivos.
"La Favaloro se convirtió en mi segunda casa, y el apoyo de mi familia y mis amigos fue fundamental para atravesar la espera de la donación", remarcó la joven, y agregó que durante esos cuatro meses en los que permaneció internada en posición horizontal siempre se sintió esperanzada.
"Nunca me pregunté 'por qué a mí' sino 'para qué a mí', y siempre esperaba lo mejor, trataba de no angustiarme para que el cuerpo me siga regalando oportunidades de vida", destacó. Al despertarse de la cirugía, "lo primero" que hizo Stefanía fue pensar en cómo habrá sido la "vida del ángel" que le donó el corazón, al cual ella llamó su "capitán" y del que está "profundamente enamorada".
Hace siete meses que con un nuevo corazón la joven lleva una vida "perfectamente normal" en la cual revaloriza todas sus experiencias cotidianas, algunas tan simples como "sentir el gusto del mate o disfrutar de una caminata", señala y agrega que al día de hoy "no tiene limitaciones para nada".
Una de sus misiones, que desarrolla desde los seis años -cuando atravesó su primera cirugía-, es realizar campañas de concientización de donación de órganos para la población que todavía "tiene muchos miedos y dudas" respecto de este tema, según relató.
"En Misiones se trabaja mucho con ferias de ciencia y cuando tenía ocho años hice una para informar sobre la donación de órganos, y todo el mundo me miraba porque era muy chiquita y estaba tratando un tema como ese pero el mensaje que yo quería dar es que 'sí se puede'", recordó Stefanía.
"Muchos aún no conocen el proceso de donación y piensan que si te morís te sacan los órganos al toque pero no es así"
"Muchas personas todavía no conocen los procesos sobre la donación y piensan que si te morís te sacan los órganos al toque pero no es así, hay que quitar muchos miedos y comprender que donar órganos es donar vida", enfatizó.
Es así como Stefanía, quien en estos días viajará a Buenos Aires para realizarse controles en la Fundación Favaloro, considera que desde que fue trasplantada tuvo "un nuevo renacimiento" y se encuentra "agradecida con la vida y con Dios".
Su caso es uno de los tantos que actualmente tienen lugar en el país, que este año retomó la tendencia al crecimiento en materia de donación y trasplante de órganos, luego de un leve descenso producido en el 2013 y el 2014, donde Entre Ríos conserva el primer lugar como la provincia con la mayor tasa de donantes (21,19 por ciento).
Asimismo, en todo el territorio nacional se alcanzaron cifras históricas en trasplante pulmonar (46) y de córneas (1.095), y en lo que va de 2015, 142 menores de edad y 345 pacientes mayores de 60 años accedieron a un trasplante. Por otro lado, y según el Newsletter Transplant 2014, el país alcanzó el año pasado una tasa de 44,2 trasplantes PMH (por millón de habitantes), la segunda más alta de América Latina.