Con un bochorno sobre el final, Talleres pasó de ronda ante Pilares

El "Matador" se quedó con la serie ante los sanrafaelinos, que descargaron toda su bronca contra los vestuarios de la terna arbitral.

Con un bochorno sobre el final, Talleres pasó de ronda ante Pilares
Con un bochorno sobre el final, Talleres pasó de ronda ante Pilares

Terminaba el partido en cancha de Huracán Las Heras entre Andes Talleres y Pilares (iban 0-0) y clasificaba a la serie semifinal el conjunto Azulgrana. Remate del equipo de San Rafael, el arquero de Talleres da rebote, llega el delantero Milán y es derribado en el área por el portero local. Penalazo. Pero, el juez del encuentro, Néstor Oviedo de Villa Mercedes, lo ignoró y cobró simulación.

De inmediato, todos los jugadores de Atlético Pilares se fueron contra la humanidad del hombre de negro. Incluido suplentes y cuerpo técnico. Un descontrol. El reloj marcaba 51 minutos del segundo tiempo. Tuvo que intervenir la Policía para separar y tranquilizar la situación. El árbitro dio por terminado el partido y los jugadores Matadores se quedaron festejando con su gente.

Lamentablemente, cuando los jugadores de Pilares, abandonaron el campo de juego y se metieron en los camarines, descargaron su bronca contra el vestuario de la terna arbitral (rompieron la puerta) y también dañaron la puerta del vestuario local donde estaban la indumentaria del equipo de Talleres. Gritos, golpes, empujones e insultos fueron una constante. Intervino la Policía y se calmaron nuevamente las aguas.

De inmediato, la terna arbitral denunció que le faltaban sus bolsos, algunas pertenencias como ropa y dinero en efectivo. La Policía decidió requisar a ambos planteles antes que abandonaran la zona de vestuarios. De un momento a otro, apareció el bolso del juez de línea Patricio Martínez, que tras revisar sus pertenencias denunció que le faltaban mil pesos en efectivo. Por su parte, el árbitro principal, Néstor Oviedo, afirmó que le faltaban dos remeras y un pantalón.

Los directivos de Atlético Pilares se mostraron sorprendidos con la situación y se quedaron a disposición de la terna arbitral hasta último momento. Custodiado por la Policía a cargo del opertativo, los árbitros se dirigieron a la Oficina Fiscal Nº 6, comisaría 36, a realizar la denuncia policial correspondiente.

Una pena, otro papelón. Con actitudes como está, el fútbol del interior, otra vez se mancha.

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