Atentado con 10 víctimas hizo revivir a Colombia sus peores días

Un conductor suicida estrelló un coche bomba contra una academia de policía de Bogotá. El terrorista ya fue identificado.

Atentado con 10 víctimas hizo revivir a Colombia sus peores días
Atentado con 10 víctimas hizo revivir a Colombia sus peores días

Diez personas murieron y al menos 50 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en una Academia de Policía de la capital de Colombia.

El suceso evocó los ataques vistos durante los capítulos más sangrientos del conflicto guerrillero en el país.

Justo después del ataque perpetrado ayer a media mañana, el más grande contra una instalación policial o militar en la capital en más de una década, reinaba el caos afuera de la Escuela de Policía General Santander.

Videos publicados en redes sociales mostraron a oficiales de policía llevando a colegas lesionados en camillas a lo largo de una calle llena de escombros y cadáveres despedazados. A la distancia se podía ver la estructura de acero a la que quedó reducida la camioneta que se utilizó para el ataque todavía en llamas, mientras se escuchaban las sirenas de las ambulancias que se acercaban al lugar.

El presidente Iván Duque se encontraba en un estado del occidente del país y decidió regresar de inmediato a la capital para supervisar la investigación policial.


Mensaje. El presidente Iván Duque condenó el ataque. | AP
Mensaje. El presidente Iván Duque condenó el ataque. | AP

El fiscal general Néstor Martínez dijo que el ataque fue perpetrado por un hombre llamado José Aldemar Rojas que conducía la pick-up cargada con 80 kilogramos de pentolita. Agregó que el último mantenimiento oficial del auto fue hace aproximadamente seis meses en el estado oriental de Arauca, en la frontera con Venezuela.

"Es un ataque no sólo contra la juventud, ni contra la fuerza pública, ni contra nuestros policías solamente. Es un ataque contra toda la sociedad", dijo Duque en un breve comunicado tras revisar el lugar de la explosión. "El demencial acto terrorista no quedará impune".

La policía dijo que diez personas murieron, mientras que el Ministerio de Salud de Bogotá informó que 54 resultaron lesionados. Entre los fallecidos hay un ciudadano panameño y uno ecuatoriano.

Testimonios

Rafael Trujillo entregaba un paquete a su hijo Gerson, quien había ingresado a la escuela hacía dos días, cuando se detuvo en seco por la explosión a una cuadra de la muy fortificada entrada de la escuela.

"Estoy muy triste y preocupado porque no tengo ninguna noticia de mi hijo", dijo Trujillo afuera de la instalación, en donde agentes habían acordonado el perímetro. "Nos recuerda épocas muy tristes".

Las autoridades no lograban explicar cómo el vehículo se escabulló por una reja permanentemente protegida por perros detectores de explosivos, guardias fuertemente armados y cámaras de seguridad. Pero había reportes extraoficiales basados en grabaciones filtradas de conversaciones telefónicas de agentes en el lugar, de que el conductor embistió el punto de revisión como si fuera a perpetrar un ataque suicida, algo sin precedentes en décadas de violencia política en el país.

Las autoridades de salud de Bogotá hicieron un llamado para que los residentes donaran sangre en uno de los cuatro puntos de recepción en la capital para ayudar a atender a los lesionados, la mayoría de los cuales fueron llevados a un hospital policial.

Durante décadas, los habitantes de Bogotá vivieron con el temor de ser víctimas de ataques de los rebeldes izquierdistas o del cártel de Medellín de Pablo Escobar. Sin embargo, al tranquilizarse el conflicto en Colombia, la seguridad había mejorado y los ataques eran menos frecuentes.

Aunque las autoridades todavía deben determinar quién estuvo detrás del ataque (ninguno se adjudicó la responsabilidad) la atención se centró en el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ha intensificado sus ataques contra policías en Colombia, mientras las conversaciones por la paz se encuentran en un punto muerto con el conservador Duque.

Durante mucho tiempo, el ELN fue considerado una amenaza menor en comparación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuyos 7.000 guerrilleros depusieron en 2016.

Sin embargo, tras el acuerdo de paz, la insurgencia inspirada por Cuba ganó fuerza, sobre todo en la frontera oriental con Venezuela, donde perpetró ataques con bombas a oleoductos y secuestros. Eso endureció la determinación de Duque de negarse a reanudar las conversaciones, que están suspendidas desde agosto, cuando ocupó el mando, a pesar de la oferta de los rebeldes de un cese al fuego.

Otros posibles responsables incluyen al clan Úsuga, un cártel que sufrió reveses por parte de la policía, y miembros disidentes de las FARC.

Mandatarios extranjeros, entre ellos el presidente argentino, Mauricio Macri condenaron este hecho. 

Un país con una larga y sangrienta lista de atentados, pero sin antecedentes suicidas

Colombia, por muchos años el país de América latina con mayor cantidad de atentados, no reporta antecedentes de ataques suicidas como el de ayer.

"No hay antecedentes de este tipo de hechos por causas políticas o por cualquier otro tipo de causa", aseguró el experto en seguridad John Marulanda.

El país fue presa del pánico en los años '80 y '90 por las cientos de víctimas causadas por atentados que no cesaron en 1993 con la muerte de Pablo Escobar, a quien se le atribuyó la organización de la mayoría de esos ataques.

Además, en medio siglo de guerra, miles de personas murieron en atentados, asesinatos o secuestros registrados en un contexto de enfrentamiento entre los gobiernos y la ex guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), hoy desmovilizada y reconvertida en un partido político tras la firma del acuerdo de paz en 2016.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la principal guerrilla del país que aún se mantiene activa con un diálogo de paz congelado por el presidente Iván Duque, fue el objetivo de las primeras sospechas de los analistas tras la explosión en la Escuela General Santander.

"El ataque no se planeó ayer; tomó varios días, semanas y hasta meses de planificación, análisis, determinación de vulnerabilidades y vigilancia", explicó  Marulanda.

El último Indice Global de Terrorismo, con datos de 2017, mantenía a Colombia con el mayor número de atentados en América latina y en el puesto 27 en el mundo. Ese índice contabilizó 49 atentados, con 59 muertos y 94 heridos.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA