Con policías y pocos alumnos, retomaron las clases

Con la incertidumbre de padres y docentes, la DGE tomó el control del Próvolo. Abuso sexual agravado, la acusación contra los 5 detenidos.

Con policías y pocos alumnos, retomaron las clases

El alto e imponente portón de rejas -igual de alto e imponente que todo el cercado que bordea el extenso predio de calle Boedo-, la fuerte presencia policial y el riguroso control al que se sometía a cualquier persona que quisiera ingresar al Instituto Próvolo durante la mañana de ayer hacían pensar más en una prisión de máxima seguridad que en un instituto religioso de educación donde -hasta la semana pasada- unos 15 chicos hipoacúsicos de los 90 que estudian en el lugar dormían de lunes a viernes.

Así fue la vuelta a clases ayer en el establecimiento aunque solo 40 alumnos asistieron. Es que luego de la ola de denuncias de abusos sexuales que se habrían cometido desde 2007 y por los que hay 5 detenidos -2 curas y 3 administrativos-, la Justicia dispuso que ninguna autoridad o representante del clero ingrese al lugar, así como también se decidió el cierre del albergue.

“Una de las condiciones para reabrir y retomar las clases era que no hubiese gente de la orden, por pedido de la DGE. Y la Justicia ha confeccionado también un listado de personas que no pueden ingresar”, destacó la supervisora de la sección 5 de Educación Especial, Claudia Fernández.

La funcionaria escolar garantizó además la finalización del ciclo lectivo para los alumnos, aunque la incógnita es saber qué ocurrirá con ellos en 2017.

Es que muchos padres ya tienen decidido sacar a sus hijos del Próvolo (algunos ni siquiera fueron ayer), mientras que quienes quieren mantenerlos tienen incertidumbre. “Al principio de la reunión nos dijeron que está la posibilidad de seguir en 2017 en el mismo lugar, aunque no sabemos porque la orden religiosa es la dueña del sitio.

Pero nos dijeron que si manteníamos a nuestros hijos, ya habíamos adquirido el derecho por lo que la Iglesia no iba a poder meterse. Todavía no sabemos qué vamos a hacer.

Con mi marido no queremos que nuestro hijo siga, pero él tiene 21 años y está contento con el taller de carpintería”, contó una de las madres, quien celebró la decisión de haber separado religión y educación: “Yo no quiero que esté la Iglesia , porque tapan todo”, dijo.

Abuso sexual agravado

Ya nada volverá a ser lo mismo en el predio de más de 6 hectáreas donde funciona el instituto y donde está asentada la orden italiana en Carrodilla.

Más allá de los 10 policías que hacían guardia en el lugar ayer -y que controlaban minuciosamente a quienes entraban y salían-, ya son al menos 6 los casos confirmados en que se produjeron vejámenes, manoseo u otros abusos sexuales.

De hecho, los 5 detenidos (los curas Nicolás Corradi y Horacio Corbacho, y los administrativos Jorge Bordón, José Luis Ojeda y Armando Gómez) han sido acusados todos por el mismo delito: abuso sexual agravado por la guarda y la convivencia preexistencia con menores, en concurso real con corrupción de menores.

“La DGE debe asegurar y resguardar el derecho a la educación especial de estos chicos. Por ello se ha retomado la actividad de cara al acto de fin ciclo y lo hicimos tratando de mantener el contexto lo más cotidiano posible. Por eso los chicos han quedado con sus maestras y han vuelto a sus talleres, mientras que a los padres les dijimos que estábamos a su entera disposición”, destacó la supervisora de la DGE.

Fernández explicó que el gobierno escolar inició una investigación para detectar alguna denuncia realizada por supervisores anteriores o docentes, aunque no encontró nada.

“Mi impresión cuando llegué es que era una escuela hermosa, que trabajaba bien y donde los docentes estaban contentos. La mayoría del plantel directivo y docente está integrado por personas que entraron este año o el año pasado, y cuando pregunté por qué se cambiaba tanto de personal, me contestaron que el sacerdote mayor (Corradi) tenía prácticas muy antiguas, era muy cerrado y no permitía que se avance pedagógicamente”, sintetizó la supervisora.

De aquí se desprende otra situación llamativa, ya que queda en evidencia que la parte religiosa tenía injerencia en lo educativo. Además, la supervisora resaltó que las docentes del instituto están “angustiadas y preocupadas”.

“Las maestras están destrozadas. Quieren que los niños tengan su cursado normal, que terminen las clases y -sobre todo- que se investiguen los hechos”, resaltó por su parte la secretaria general de Sadop, Ester Linco Lorca, quien despegó al personal docente -cerca de 40 empleados- de los episodios denunciados.

"Corradi no miraba a los ojos"

Hasta hace una semana, poco y nada era lo que se sabía y comentaba del Instituto Próvolo en Mendoza.

Sin embargo, el escándalo de los abusos transformaron a la orden religiosa en noticia mundial (lo mismo que ocurrió cuando se conocieron los abusos en el mismo instituto de Verona perpetrados desde 1955).

Más allá de esto, la información oficial desde el núcleo de la orden es prácticamente nula y todo lo que se sabe es por comentarios de los padres, ya que sus puertas han estado cerradas durante toda la semana y cuando alguien se ha asomado o ha atendido el teléfono ha sido para decir, tajante: “Las autoridades no están. Hablen con la fiscalía”.

“Corradi no hablaba con nadie”, “El cura no miraba nunca a los ojos”, “siempre caminaba encorvado y se lo veía poco” han sido algunas frases escuchadas por estos días, que se suman a lo dicho ayer por la supervisora de la DGE y los representantes de Sadop.

En lo que a jerarquía se refiere, trascendió que el cura Ramón Amarilla es el responsable de la sede mendocina y quien se ubica por encima de Corradi.

En tanto -y también en base a trascendidos- se supo que no hay representantes femeninas en la orden desde hace ya un tiempo, cuando las monjas que estaban asignadas a Mendoza fueron trasladadas.

“Llegué esta mañana y me dijeron que no podía entrar a trabajar. Pero antes me habían llamado diciéndome que venga”, contó ayer a primera hora Apolinario Choque.

El hombre estaba en la lista de acceso restringido, por lo que apenas si pudo bajar de su moto para encontrarse con la negativa en el portón de rejas.

“Yo hacía trabajos de jardinería y mantenimiento, y mi trato con el padre Nicolás era normal. Nunca tuvimos ningún problema y él me decía qué hacer, nunca noté nada raro en la escuela”, contó el hombre que llevaba más de 9 años trabajando en el lugar.

Entre los padres, la incertidumbre y el temor son moneda corriente.

“Hemos decidido no mandar más a nuestro hijo. En algún momento voy a ir a buscar la libreta y la documentación para poder inscribirlo en otro lado, pero al instituto no vuelve”, resumió Eliana, madre de un niño hipoacúsico de 7 años.

“Esta mañana tuvimos una reunión con psicólogas y psicopedagogas para tratar las dudas que tenemos. Hay una ex directora del instituto -de nombre Graciela- a la que también los padres la consideramos cómplice de Corradi”, destacó otra madre.

Para cerrar, se refirió a una “bajada de línea” que recibieron durante las últimas horas para reducir la exposición mediática del escándalo:

“Nos dijeron que estábamos confiando mucho en los periodistas, pero que ellos la semana que viene ya no iban a estar con nosotros. Hay bronca por eso”.

Cornejo apuntó contra supervisores

El gobernador Alfredo Cornejo condenó los abusos en el Instituto Próvolo y los consideró “un acto aberrante”.

Además, explicó que por pedido expreso suyo la DGE iniciará un sumario administrativo a quienes debieron encargarse de la supervisión de lo que allí ocurría.

“Hay un montón de instituciones de este tipo que las financian obras sociales y mutuales. El sistema educativo tiene una supervisión general desde lo pedagógico y no sobre las conductas. No obstante, la DGE va a iniciar un sumario administrativo para quienes debían supervisar la tarea académica y pedagógica en el lugar”, destacó.

“Lo que ocurrió allí podría estar ocurriendo en otro lugar de las mismas condiciones. Y no hay un Estado policíaco con cámaras y supervisión de las personas internadas, hay un margen de conducta individual que se reserva el sistema de libertades. Exigirle al Estado eso sería ingenuo y hasta un poco demagógico”, aclaró Cornejo.

Además, cargó contra la institución: “Sin dudas la Iglesia tiene que ver, es una institución que dependía de ella. No sé si era del Arzobispado o del Vaticano, pero es una institución de la Iglesia”.

El Vaticano pidió informes

Marcelo de Benedectis, vocero del Arzobispado de Mendoza, reconició ayer que el Papa está enterado de lo ocurrido y que el Vaticano ha pedido informes al Arzobispado.

“Calculo que Francisco debe seguir muy de cerca todo lo que pasa en Argentina, esto ha sido un hecho muy doloroso. No solo para la iglesia, sino para la comunidad”, manifestó el sacerdote, hasta ahora la única autoridad eclesiástica de la provincia que se ha expresado sobre este escándalo que salpica a la institución en Mendoza y en todo el país.

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