En apenas un puñado de minutos, Boca estableció la real diferencia con Crucero del Norte. A los cinco minutos, Colazo avisó con un tiro de media distancia. A los sesenta segundo, Calleri entró al área, se zambulló ante la salida del arquero Ramírez y Vigliano compró.
Tevez lo tiró arriba del travesaño, como le había pasado por Copa Argentina frente a Defensa y Justicia. Pero a los 9’, tanta presión del líder del campeonato tuvo su premio. Lodeiro habilitó a Carlitos, que dejó en el camino a Ramírez y envió un centro. Tomasini, ex defensor del Lobo mendocino, quiso rechazar, pero la metió en su propio arco. Todo esto pasó solamente en 11 minutos.
Boca, que había festejado el empate entre San Lorenzo y Rosario Central del sábado, consiguió rápidamente ese gol tan necesario para jugar con tranquilidad ante un conjunto misionero que se defendía con muchos hombres pero casi no pasaba la mitad de la cancha.
Entonces, la primera parte se convirtió en un monólogo del equipo de Arruabarrena. Que llegó por las puntas, que se asoció en las cercanías del área, pero que levantó el pie del acelerador. Así, la primera parte se hizo aburrida, previsible, y también careció de más emociones.
Con esporádicas apariciones de Tevez, Lodeiro y Calleri, al Xeneize le alcanzó para marcar la cancha frente a un rival que defendió mal y que mostró poca rebeldía, ante la parada que se jugaba: ganar para tener una mínima chance de nos descender.
El inicio de la segunda parte no varió. Boca mantuvo esa monotonía para trasladar la pelota, no ofreció cambio de ritmo y, entonces, todo fue lento. Crucero, casi sin querer, se animó un poco. En una excursión de Oliva, Díaz le imprimió sus tapones en el pecho. Un penal grande como una casa que Vigliano omitió. El local pudo ampliar el resultado, es verdad.
Tevez tuvo dos claras y falló; Lechner le sacó un gol sobre la línea a Calleri, y el propio delantero tuvo el segundo con un cabezazo que se fue al lado del poste cuando el partido se moría. Boca no jugó bien. Lo admitió el propio Tevez al final del encuentro. Al líder del campeonato le sobraron 80’. Lo liquidó en el comienzo y reguló. Demasiado. Ahora deberá visitar a Racing. Luego lo visita Tigre y cierra el torneo frente a Rosario Central.
Crucero del Norte, por su parte, sumó su 14° derrota consecutiva y su paso por la máxima categoría del fútbol argentino fue breve, demasiado breve. Ni siquiera cuando sabía que estaba descendiendo pudo sacar fuerzas para revertir la situación.