Consciente de que se presentaba una oportunidad única, el pueblo Azul está ilusionado con poder cumplir el gran deseo desde que retornó a la categoría allá por 2010.
Si bien es cierto que en lo matemático las chances siguen intactas, desde lo futbolístico el equipo no logra desplegar el juego que tuvo al principio del torneo y que, en las últimas fechas, no solamente llevó a que Ricardo Rodríguez tuviera que ser reemplazado por Daniel Garnero, sino también, que la Lepra fue perdiendo posiciones que en la actualidad la tienen fuera de los cinco ascensos.
Si, son cinco los ascensos y quedan ocho escalones para hacer realidad el gran anhelo. Pero claro. El flamante DT, que se estrenó con derrota en Paraná, deberá poner toda la carne sobre el asador porque son 24 puntos fundamentales y, muchos de ellos, frente a rivales directos por un lugar en Primera División.
En ese contexto, el Azul debe afrontar juegos complicados con equipos que en el presente de la tabla están varios peldaños arriba, en cuanto a juego, y también en lo numérico. Así las cosas, luego de recibir al colista Sportivo Belgrano de San Francisco, Independiente viajará a Tucumán para medirse con Atlético, club que está tercero por diferencia de gol, aunque igualado en puntos con Unión de Santa Fe, ambos con 19.
Precisamente el Tatengue llegará al Gargantini dos fechas después, allá por la 18, un juego en el cual se vislumbra que nuestro representativo empezará a quemar sus últimas cartas.
Antes de ello, Santamarina de Tandil (11 puntos) por la jornada 16, y el líder Crucero del Norte (23) en su difícil reducto misionero. Después habrá que viajar a Floresta para enfrentar a All Boys, que empezó mal, pero que a fuerza de resultados está recuperando terreno en su operativo retorno a Primera.
Hasta allí, Independiente debería haber conseguido como mínimo un total de 11 puntos (18 posibles) para que el sueño todavía se mantenga en marcha.
Aunque es arriesgado afirmar que si la sumatoria es menor a esa cantidad, las chances estarían casi agotadas -los otros rivales directos también pueden perder puntos al enfrentarse entre si-, Independiente se juega de ahora en más toda su grandeza porque en la vigésima fecha estará libre y después recibe a Temperley (quinto con 17 puntos) y posteriormente visita a Huracán, ojalá, confirmando el segundo cupo para Mendoza en Primera.
La marcha de la bronca azul
El domingo por la noche, cuando la Lepra perdía ya 1 a 0 con Patronato, el árbitro Echenique anuló una conquista legítima de González Vega. “Me dijo que cobró una supuesta falta de un compañero. Sólo la vio él”, dijo el chileno. Posteriormente, las imágenes de Canal 11 de Paraná, ratificarían los dichos de “Palote”: no hubo infracción.
Corría el minuto 37 del primer tiempo cuando Carlos Rearte ejecutó el tiro libre perfecto al corazón del área, el chileno se elevó y metió un cabezazo fortísimo, al medio y arriba que dejó sin chance a Bértoli. Era el 1-1. Salió a gritarlo con todo. Pero sintió el silbato de Echenique y frenó su marcha. ¿Qué cobró? “Realmente no entiendo que cobró. Supuestamente le cobró un agarrón a otro compañero, pero lo vio sólo él. Salté muy limpio y cabeceé al gol. Estoy muy caliente por la jugada, ya que el línea había corrido hasta la mitad de la cancha. Igual, no tiene sentido entrar en polémica. Pero esas son las cosas que te cambian el rumbo de un partido”.
El debut de Garnero en el azul acababa de pasar a la historia. Uno de los primeros en salir fue Alfio Lorenzo, quien hizo meaculpa por la jugada del gol de Patronato. “Tuvimos un error y lo pagamos caro. Me voy con bronca porque el gol fue una desconcentración mía, ya que el marcador mío es el que tira el centro. Igual creo que tuvimos situaciones y todavía no sé que cobró el árbitro en el gol de Palote”. Justamente, el gol anulado al ex Guaymallén era el tema de conversación luego del partido.