Revolución total. Mejor idea no podrían haber tenido los organizadores del Turismo Nacional en convocar a uno de los pilotos más carismáticos del automovilismo nacional. Identificado con Chevrolet desde su época en Turismo Carretera pero querido por la gran mayoría, Marcos Di Palma hizo ruido una semana antes de que la categoría más federal del país desembarque en tierras mendocinas.
El arrecifeño, que desde la cita pasada en La Pampa es parte de la Clase 3, llegó junto a los locales Julián Flamarique y Gustavo Santibáñez hasta diario Los Andes para promocionar la novena fecha del calendario a disputarse desde el 12 al 14 de este mes en el autódromo de San Martín. Para la divisional será la tercera incursión en el historial sobre el Jorge Ángel Pena.
El menor de los tres hijos que tuvo el recordado Luis Di Palma fue centro de atención para aquellos curiosos y fanáticos que, durante la mañana, recorrían la avenida San Martín. No faltaron autógrafos y “selfies” junto al volante que arribó a las aceleradas con el Show Car que la categoría está utilizando para la ocasión.
Mientras recibía el cariño de la gente, Más Deportes dialogó con el hombre que conduce un Cruze alistado por Pezzini Competición.
-Está demostrado que sos uno de los pocos ídolos que actualmente tiene el automovilismo.
-Yo creo que no soy un ídolo del automovilismo argentino. Soy simplemente un referente. Ídolos eran el viejo Di Palma, los Gálvez, los Emiliozzi, los que arriesgaban su vida arriba de los autos de carrera. Eso, nosotros, no lo estamos haciendo. Simplemente soy un referente del deporte motor, nada más.
-Pero siempre hay más gente en tu box que en el de algún piloto destacado. Sos el que siempre se brinda por el espectáculo.
-Espero que sea por eso que la gente me quiera. Generalmente me voy jugando el todo por el todo arriba del auto. Si estoy en el primer puesto o en el cuarenta voy a fondo, no me queda otra. Si es por eso, bienvenido sea porque es lo que hago siempre arriba del auto.
-Muchas veces las carreras son aburridas, la lucha de marcas es escasa y el público no acude en gran número a los circuitos. ¿Dónde está el problema?
-No sé qué es lo que está pasando. Es como que los pilotos no se están involucrando. Me parece que no están yendo al frente. No les importa tener un ideal y defenderlo.
-¿A San Martín venís con la idea de estar peleando arriba?
-Uno siempre viene con las mejores expectativas. En La Pampa yo pensé en estar entre los veinte primeros y estaba 42. A partir de ahí se me bajó el copete. No sabíamos que íbamos a estar tan lejos, pero ahora pienso estar entre los 40 (se ríe). Por eso vamos a modificar el auto y lo vamos a tirar en pista el miércoles de la semana que viene. Le vamos a dar duro al Chevrolet para ver si puedo mejorar.
Espero estar adelante, pero si me toca estar en el medio o atrás, quiero que sepan que pongo todo.
-También podés cambiar tu Cruze a Fabricio Pezzini y subir al Peugeot 308 que él conduce.
-(Risas). Es que tira la marca sin lugar a dudas, pero donde más se nota la marca es en el TC. Después, en el TN, en la TRV6 y en el Súper TC 2000, las marcas son parejas y la gente no te identifica tanto. Pero, obvio que si puedo estar con un Chevrolet, es mucho mejor.
-Lo bueno del Turismo Nacional es que cada marca utiliza la planta motriz del modelo.
-Eso es lo lindo. Lo que pasa es que, por ahora, la categoría no se ha ido de las manos y está barata. Cuando vos tenés categorías que se te van de las manos, uno puede experimentar cualquier cosa en los motores y eso en lo económico hace que se vaya lejos. Entonces, el TN se puede mantener económico y cada uno con su motor.
-¿Por qué elegiste la Clase 3?
-Porque me encanta. El Súper TC 2000 es muy caro y corren los equipos oficiales, entonces no se puede. El TC es demasiado profesional y se gasta mucho dinero.
-¿Se extrañan los buenos momentos del TC, de las carreras y las peleas con Juan María Traverso y del éxito que no llega?
-Esos fueron momentos de la vida. Uno va envejeciendo y tiene objetivos diferentes; tiene carreras más difíciles por recorrer. Creo que lo mejor está por venir, que la vida pasa por otro lugar cuando ya tenés cuarenta y pico de años. Paso más mirando a mis hijos y a la sociedad, y no viendo solamente el automovilismo para ver si gano una carrera. Creo que eso no lo extraño porque lo viví, lo disfruté y por suerte me está llegando la vejez. Ya no puedo correr a los jóvenes.
-¿Tenés una deuda pendiente?
-No queda nada pendiente. Disfruté y disfruto mucho con la gente. Pasé momentos bárbaros con mi viejo y con el automovilismo.
-¿Tu hijo apunta a ser piloto?
-Que apunte a ser buena persona y haga todo con mucha pasión. Si es así, seré un padre muy feliz.
Crónica de un día agitado
Di Palma y Mauro Medina (de marketing de TN) arribaron temprano a Mendoza. "Salimos a las 5 de la mañana de Aeroparque", dijeron. Tras visitar canales de televisión llegaron hasta diario Los Andes.
Luego cumplieron con uno de los auspiciantes de Flamarique y partieron al Este para promocionar la cita en otro canal.
Pero la movida no terminó ahí ya que Jorge Giménez (intendente del departamento) los recibió en su despacho y almorzaron con autoridades de la Asociación Volantes del Este antes de la presentación realizada por la tarde en el Paseo de la Patria.