El discurso de tono presidencial y con definiciones muy claras (y para muchos, inesperadas) como mantener las reestatizaciones de YPF, Aerolíneas Argentinas y las jubilaciones, de Mauricio Macri, logró restablecer los ánimos y el clima festivo en el búnker electoral del Pro.
Media hora antes, los globos y la música altisonante asomaban como una sobreactuación que no lograban disimular la incomodidad ante la victoria sorprendentemente ajustada en el balotaje.
Rodríguez Larreta había ganado por tres puntos el balotaje a Martín Lousteau, cuando la dirigencia del Pro y todas las encuestas habían proyectado una diferencia de entre 9 y 12 puntos. Tras su discurso, Macri bailó entre los militantes del Pro y transformó el humor de quienes se habían paralizado ante la sufrida victoria electoral.
Atrás habían quedado los momentos de sorpresa frente a las primeras urnas escrutadas. Los resultados estaban lejos de proyectar la amplia diferencia vaticinada por los encuestadores. "Falta cargar Recoleta, Belgrano y Palermo", intentaba tranquilizar un operador del Pro a las 19,15, cuando solo 15 mil votos separaban a Rodríguez Larreta de Lousteau.
Los inesperados números que llegaban, obligaron a hacer cambios en la pautada grilla del búnker. A las 18,30 estaba previsto que saliera al escenario Fernando De Andreis, jefe de campaña. Media hora después, el ministro Guillermo Montenegro pero se resolvió que directamente apareciera Rodríguez Larreta cuando la victoria estuviera garantizada.
A las 20,05, con cañones tirando papelitos y la primera suelta de globos, Horacio Rodríguez Larreta irrumpió en el escenario. "Olelé, olalá, Mauricio presidente, Horacio en la ciudad”, le cantaron.
Tras agradecer el pueblo porteño por votar de nuevo al Pro felicitó a Lousteau “que recién me llamó”. Minutos después, Macri y María Eugenia Vidal, actual vicejefa y candidata a gobernadora bonaerense por el Pro, subieron al escenario, para bajar poco después.
A las 20,40, en un movimiento planeado, Macri atravesó el corralito de los periodistas caminó hacia el gran corralón donde estaban los militantes para mezclarse entre ellos. En la pantalla se largó un spot con Macri recorriendo el país. El jefe del Pro volvió al escenario para dar su discurso de tono presidencial, acompañado por Gabriela Michetti, además de Rodríguez Larreta, Santilli (vicejefe electo) y Vidal.
“Este proyecto de cambio, hoy se extiende por toda la Argentina”, empezó Macri. “Creo en la honestidad y la humildad de los argentinos y no me cabe la idea de que somos corruptos y mentirosos”, añadió.
Fue entonces que empezó a tirar definiciones de campaña. Primero prometió mantener la Asignación Universal, “porque hay que reconocer que también hubo avances”. Afirmó que combatir la pobreza será la prioridad de su gobierno.
“Nos dicen que hay dos alternativas: o privatizar mal como en los noventa o administrar pésimo como en los dos mil. Aerolíneas Argentinas seguirá siendo estatal pero bien administrada”, prometió.
“YPF seguirá manejada por el Estado; nuestra YPF liderará la soberanía energética que este gobierno perdió”, dijo.
“Las jubilaciones seguirán en manos de la Anses”, fue la otra definición festejada en el búnker. Curiosamente, Aerolíneas Argentinas, YPF y la reestatización de las jubilaciones fueron votadas en contra por el Pro en el Congreso, marcando un viraje pragmático de Macri.
“Aprendo de las lecciones de la historia pero tengo puesta mi visión en el futuro. Vamos juntos, hoy más juntos que nunca”, concluyó Macri para bajar del escenario y bailar con su gente.