Con los votos K, De Vido zafó de la embestida oficialista

Cambiemos no logró el apoyo de dos tercios de los diputados para expulsar de la cámara al ex ministro kirchnerista, pero terminó exponiendo a sus protectores. Carrió: “Traidor a la patria”.

Con los votos K, De Vido zafó de la embestida oficialista

Cambiemos perdió una nueva batalla en el Congreso, donde es minoría: fracasó en su intento de expulsar a Julio de Vido de la Cámara de Diputados, donde no consiguió los dos tercios de los votos requeridos.

Sin embargo, cumplió un objetivo de corte político: a 17 días de las elecciones primarias, dejó expuestos a los bloques que votaron a favor de la permanencia del ex ministro kirchnerista, denunciado en más de 100 causas de corrupción, imputado en 26 y procesado en 5.

En una sesión caldeada, que duró nueve horas, Cambiemos logró concitar la atención del público en los medios y las redes sociales. Sabía con varios días de antelación que no le daban los números para aprobar la exclusión por indignidad, valiéndose del artículo 66 de la Constitución. Pero igual avanzó para que quedaran distinguidos quienes “votan a favor de la corrupción” de quienes la combaten.

En la vereda de enfrente, quienes rechazaron la expulsión se quejaron de que el oficialismo pusiera la discusión en términos tan lineales.

La izquierda, por ejemplo, señaló que no se prestaría a acompañar la exclusión del diputado del Frente para la Victoria-PJ por considerar que se trataba de una acción antidemocrática y reaccionaria y que es la Justicia la que debe investigar y juzgar, no los diputados.

De Vido está acusado en la Justicia de haber cometido los delitos de abuso de autoridad, violación de deberes de funcionario, malversación de caudales públicos, enriquecimiento ilícito, defraudación, aceptación de dádivas, cohecho, estafa, daños, estrago, falsificación de documentos públicos y encubrimiento, entre otros.

Pese a estas acusaciones y a los expedientes en su contra, asumió en diciembre de 2015 en la Cámara de Diputados, donde además fue elegido presidente de la comisión de Energía y goza de los fueros al igual que sus 256 pares.

Mientras esperaba que comenzara la sesión, De Vido estuvo parado junto a su banca, en el extremo izquierdo al fondo del hemiciclo, donde charlaba con sus compañeros kirchneristas, intercambiaba bromas y se reía a carcajadas. Estaba tranquilo porque todos los pronósticos indicaban que Cambiemos no reuniría los dos tercios de los votos para expulsarlo.

Y así fue: la exclusión recibió 138 votos afirmativos y 95 negativos, mientras que hubo tres abstenciones. El oficialismo estuvo lejos de los dos tercios requeridos: le faltaron 19 votos afirmativos. De Vido sigue en su banca.

Víctima

En un extenso discurso, el ex ministro aprovechó para victimizarse y acusó a “un grupo de legisladores” de pretender arrebatarle la banca.

“Soy el blanco de un plan sistemático de marketing, escrito con precisión en muchos libros de los asesores extranjeros del presidente Macri (en alusión a El arte de ganar, de Jaime Durán Barba), donde el enemigo tiene que ser destruido, desmoralizado, aniquilado, hasta llevarlo a terminar incluso con su propia vida. Léanlo, es así de morboso y así de tristemente cierto”, aseveró el exfuncionario de Néstor y Cristina Kirchner durante 12 años.

Calificó de “nulo, vacío, inconsistente, arbitrario y revanchista” el proyecto de expulsión. “No tiene si quiera acuerdo entre ustedes mismos”, chicaneó.

También se declaró “responsable de todo” lo realizado durante las presidencias kirchneristas en el área que le correspondía y señaló que ese trabajo fue compartido “con los presidentes, gobernadores, intendentes, colegas del gabinete y muchos de ustedes”. Una advertencia sutil, leyeron diputados del oficialismo.

Sueño

Justo después de De Vido habló la principal impulsora del proyecto de exclusión: la líder de la Coalición Cívica y fundadora de Cambiemos, Elisa Carrió. Calificó al exministro de “infame y traidor a la patria” y cuestionó las posturas intermedias en torno de su posible remoción al señalar que “acá no hay gatopardismo, sino blanco o negro, protección y participación o limpieza del país”.

“La culpa no es de Cambiemos si es débil, la responsabilidad la tiene también aquella parte del pueblo de la Nación que sabiendo que roban, vota a ladrones”, dijo la diputada oficialista y descartó que la expulsión que promovió fuera de corte “electoral”.

“Yo esperaba este momento para denunciar este saqueo”, dijo Carrió, dándose por satisfecha con el desarrollo de la sesión, pese al resultado.

En el Frente para la Victoria-PJ, la entrerriana Ana Carolina Gaillard dijo que en el oficialismo “están muy preocupados porque Cristina Kirchner está muy arriba en las encuestas”. “Ese es el motivo por el cual siguen insistiendo en la corrupción y no pueden tapar la ineficiencia de la gestión”, completó.

El radical Luis Petri dijo a los gritos, sobre el final de la sesión, que “tener a De Vido todos los miércoles votando leyes como la de Ética pública, Extinción de Dominio o Acceso a la Información es como tener a Pablo Escobar Gaviria votando leyes contra el narcotráfico en Colombia”.

El último orador fue el presidente del interbloque Cambiemos, el radical Mario Negri, quien fustigó a Cristina Kirchner por su postura a favor de la expulsión del senador Luis Barrionuevo, en 2003. “Ahora (con De Vido) no habla, es la candidata del silencio”, la criticó el cordobés.

Los que beneficiaron al ex ministro K

Votaron 236 de 257 diputados (no votó el presidente del cuerpo, el macrista Emilio Monzó, y hubo 20 ausentes). Los que votaron a favor de De Vido son todos los diputados del Frente para la Victoria-PJ y aliados (Carlos Heller y el cordobés Juan Manuel Pereyra), salvo la santafesina Silvina Frana, que se abstuvo al igual que el trotskista Juan Carlos Giordano y el pampeano justicialista Sergio Ziliotto.

También votaron a favor de De Vido los cinco diputados del Movimiento Evita, los seis santiagueños que maneja Gerardo Zamora; los tres sanluiseños que responden a Adolfo Rodríguez Saá; los trotskistas Soledad Sosa (mendocina), Pablo López y Nathalia González; el canillita Omar Plaini; Alcira Argumedo, el triunviro de la CGT Héctor Daer y el tucumano José Fernando Orellana.

La lista de rechazos a la expulsión de De Vido se completa con cinco diputados del Bloque Justicialista: los riojanos Luis Beder Herrera y Teresita Madera (aliados electorales del expresidente y senador candidato a la reelección Carlos Menem, condenado en causas de corrupción), el mendocino Pedro Rubén Miranda, el jujeño Héctor Tentor y el catamarqueño Néstor Tomassi.

Los ausentes son los kirchneristas Luis María Bardeggia, Daniel Di Stéfano y Josefina González (se recupera de un accidente automovilístico); la sanjuanina Graciela Caselles (quien sin embargo sí estuvo en la sesión) y los misioneros Maurice Closs, Jorge Franco y Silvia Risko (Frente de la Concordia).

También pegaron el faltazo los massistas Marco Lavagna, Facundo Moyano, Verónica Couly y María Florencia Peñaloza Marianetti; los justicialistas Oscar Macías (Corrientes), Carlos Rubín (Jujuy), Gustavo Fernández Mendía (La Pampa), Gustavo Martínez Campos (Chaco), Guillermo Snopek (Jujuy), Oscar Romero (Buenos Aires) y Alberto Roberti (Buenos Aires), el fueguino kirchnerista Anselmo Martínez y el dasnevista Jorge Taboada.

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