El Banco Central (BCRA) compró u$s 60 millones en el primer día de cepo reforzado. Sin demanda minorista para disputar los pocos dólares que ingresan los exportadores, forzados a liquidar sus divisas desde el 1° de septiembre pasado, la entidad conducida por Guido Sandleris aprovechó para cambiar su rol en el mercado y, en lugar de vender, hacer una pequeña compra. El dólar bajó en todas sus versiones.
Según pudo averiguar El Cronista, la mesa de operaciones aprovechó la rueda cambiaria de ayer para comprar dólares y sumar reservas. O, al menos, para paliar un poco la salida de divisas de sus arcas que se aceleró la semana pasada y que se había disparado luego del revés electoral que sufrió el oficialismo en las primarias de agosto.
El BCRA fue el principal abastecedor de divisas en el mercado cambiario durante el período entre las primarias y las elecciones generales de este domingo.
Las reservas del BCRA perdieron más de u$s 22.000 millones entre las dos elecciones, principalmente por salida de depósitos en dólares de los bancos (las colocaciones se encajan en el Central y forman parte de las reservas brutas).
Pero otro de los factores que pesó sobre las arcas de la autoridad monetaria fue la venta diaria de divisas en el mercado mayorista con las que se mantenía a raya al dólar y se abastecía a la demanda para comercio exterior y otros fines.
Según datos compilados por el economista Amilcar Collante, de Cesur, entre las PASO y el 22 de octubre -último dato oficial disponible- las ventas del BCRA en el mercado cambiario totalizaron u$s 5575 millones. Miércoles, jueves y viernes de la semana pasada, según estimaciones del mercado, supusieron ventas por alrededor de u$s 1500 millones más.
La principal fuente de demanda de divisas en el mercado cambiario provenía de las compras para atesoramiento por parte de personas físicas. Por ejemplo, en el primer mes de controles de cambio -septiembre- las compras de billetes crecieron 70% respecto a agosto.
Con la reducción del tope a las compras mensuales autorizadas desde u$s 10.000 a u$s 200 por persona, esa demanda minorista prácticamente desapareció y le permitió al BCRA hacer una pequeña compra.
Por Matías Barbería