River sufrió más de la cuenta y necesitó de una gran actuación de Marcelo Barovero y la cabeza salvadora de Lucas Alario para ganarle 1-0 a Sanfrecce Hiroshima y avanzar a la final del Mundial de Clubes, donde espera al ganador del encuentro entre Barcelona y Guangzhou Evergrande de China.
Ante más de 15.000 hinchas que vistieron de rojo y blanco el Osaka Nagai Stadium y después de un primer tiempo en el que Barovero fue la gran figura y responsable de mantener el arco de River en cero, Alario, a los 27 minutos de la segunda parte, le dio la victoria a los dirigidos por Marcelo Gallardo.
Con mucho sufrimiento y un flojo rendimiento, que se pareció bastante al del último semestre, River dio el paso que necesitaba y sueña con una final ante el Barcelona.
Habiéndose quitado la muy pesada mochila del debut ante un rival al que se suponía que debía ganarle sin mayores inconvenientes, los dirigidos por Gallardo se permiten soñar, como también sueñan los miles de hinchas que invadieron Osaka y colmarán buena parte del estadio Internacional de Yokohama el domingo.
River la pasó mal en el primer tiempo. Impreciso en el medio, al equipo de Gallardo le costó construir con claridad.
El arquero, con intervenciones decisivas, fue la gran figura millonaria en el primer tiempo y el responsable de que River se fuera al descanso sin goles en contra.
Cada contra nipona desnudaba las falencias de una defensa que, muy separada de la línea de volantes, quedó expuesta, principalmente sobre el sector que defendían Vangioni y Alvarez Balanta.
El pitazo del final del primer tiempo llevó alivio a los hinchas, con la ilusión de revertir la imagen en la segunda parte. Y así fue. El entrenador acertó al incluir a “Lucho” González en lugar de Ponzio y después a Tabaré Viudez por Pisculichi, y River mejoró.
Casi todo el segundo tiempo jugó en campo rival e impuso condiciones, aunque le costaba generar situaciones claras debido al buen trabajo defensivo de Sanfrecce.
Como ocurrió en muchas oportunidades en las conquistas de la Copa Sudamericana de 2014 y la Libertadores de este año, River encontró el camino al triunfo desde una jugada de pelota parada. Viudez fue decisivo con su pegada como antes había sido Pisculichi, Maidana ganó ante la salida fallida del arquero nipón y Alario, solo, empujó de cabeza al gol.
A River no le sobró nada, fue tan irregular como en casi todo el semestre, pero cumplió con su objetivo y sueña en grande, al igual que los miles de fanáticos que recorrieron más de 18.000 kilómetros con la ilusión de ver a su equipo conquistar el Mundial de Clubes.
La agenda del Millo hasta el domingo
Ya pasó el primer partido de River en el Mundial de Clubes. Pero habrá más para el equipo que conduce Marcelo Gallardo en Japón. Un nuevo vuelo, otro lugar de estadía y entrenamiento, analizar al rival de la final y prepararse con todo, buscando el gran sueño. El gran anhelo y deseo de todos los Millonarios: ser campeones del mundo.
Hoy: viaje a Yokohama mediante Japan Airlines (16.30 hora local). El plantel se albergará en el Yokohama Bay Sheraton Hotel y Towers. Se entrenará en el Estadio Kawasaki. Y, por supuesto, tratará de concurrir a ver el partido de semi restante entre Barcelona y Guangzhou de China, si le dan los tiempos.
Domingo 20: partido por la final (7.30 hora argentina) en Yokohama vs. Barcelona o Guangzhou.
River regresará el 21 de diciembre. Saldrá a las 17 de Japón en un avión de United Airlines (escala en Houston) desde el aeropuerto de Narita.
Marcelo Gallardo: "Lo que viene es hermoso"
Vivió el partido tensionado, consciente de que River no jugaba bien. Se desahogó con el gol de Alario. La emoción llegó sobre el final del partido, con el triunfo consumado y su equipo en el lugar que soñó desde que consiguió la Copa Libertadores: la final del Mundial de Clubes.
“El objetivo era jugar la final. No era fácil. Se ganó, que es lo más importante”, comenzó diciendo Gallardo apenas terminó el partido. “Lo que viene es lindísimo, es hermoso. Teníamos que saltear este partido y se cumplió el primer objetivo. Ahora vamos a disfrutar”, dijo.
Analizando el partido, el DT valoró la entrada de González y Viudez. “Teníamos que tener más la pelota, por eso buscamos con Lucho conseguir ese pase clave. Además necesitábamos un poco más de dinámica en el ataque y la tuvimos con Tabaré”, dijo.